Desde el 19 de diciembre, DIARIO EXTRA pidió al Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) detallar los acuerdos tomados en la sesión extraordinaria del 14 de diciembre de 2017, cuando la Junta Directiva autorizó un almuerzo para 30 personas cuyo costo ascendió a ¢645 mil.
Los directivos comieron tapas españolas, montaditos de jamón serrano, queso manchego, papas bravas, pinchos, tortilla española, montaditos de sardina marinada y pulpo a la gallega.
De acuerdo con información con la que cuenta El Periódico de Más Venta en Costa Rica, los directivos son 9, sin embargo solo asistieron 6. Por lo tanto, se consultó quiénes son las 24 personas que participaron en la sesión, porque, de acuerdo con la justificación del vale de caja chica, se reportó la atención a 30 personas.
Luis Vásquez, diputado del Partido Unidad Social Cristiana, envió una nota este miércoles a Minor Rodríguez, presidente del INA, para que detalle los acuerdos que tomaron en esa sesión.
Ricardo Jara, secretario general del Sindicato de Empleados del INA (Sitraina), dijo que el silencio institucional sobre el tema deja en evidencia el manejo incorrecto de los fondos y que el silencio los delata, pues no saben cómo justificar el dinero que se comieron en lo que llamaron una sesión extraordinaria, cuando “lo que se evidencia es un convivio para unos pocos, todos cercanos al presidente ejecutivo, quienes festejaron a lo grande el fin de año en un encuentro con fondos públicos”.
El lunes 8 de enero Cristian Ortiz, asesor de la presidencia ejecutiva del INA, después de 20 días, refirió a El Diario del Pueblo a Bernardo Benavides, secretario técnico de la Junta Directiva, a quien le enviamos las consultas, pero nos informaron que se encontraba de vacaciones y regresaría hoy.
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