La informalidad pasó de ser un tema lejano, a un golpe directo contra el sector empresarial. Solo en la Cámara de la Industria Alimentaria (Cacia), el impacto fue tan grande, que atribuyen a esta razón su falta de crecimiento en el año 2017. 

Así lo aseguraron Mario Montero, vicepresidente de Cacia, y Carlos Antillón, asesor legal, quienes conversaron con Iary Gómez, gerente general de medios del Grupo Extra, y Paola Hernández, directora de DIARIO EXTRA, sobre este y otros problemas que aquejan al sector. 

¿Cuáles son los principales problemas que enfrenta la industria alimentaria?

- La industria pegó un frenazo con cero crecimiento en el 2017 por la informalidad. Antes se hablaba que el informal era aquel que estaba por ahí y no pagaba los impuestos; hoy en día hemos sentido que ese sector informal ha crecido muchísimo y eso puede hacer que el país tenga un retroceso importante en materia de desarrollo social. 

¿Por qué?

- Los informales representan el 46% de los trabajadores costarricenses. Eso es demasiado y posiblemente es un sector con salarios por debajo de la media del mercado y que no tienen acceso a la seguridad social, ni garantiza sus derechos laborales, ni cotizan para el sistema de pensiones. 

¿Cómo los afecta a ustedes propiamente?

- Los alimentos es de lo que más se comercializa al detalle, entonces el problema de la informalidad se unió con otro, que es el robo de camiones. Estamos hablando de crimen organizado al nivel nacional y 33 mil millones de colones en robos.

¿Cómo operan estos grupos?

- Son redes criminales grandes. Si usted tiene un cargamento de carnes congeladas, hay gente que desde que el producto salió de la empresa y entró a un puerto ya saben de dónde salió, por dónde va y cuál es la ruta, a dónde es el punto de atraque, incluso tienen redes de frío porque las necesitan para mantener el producto y luego lo mandan a una red de distribución, que son localitos comerciales. 

¿Qué es lo que más se roban?

- Productores cárnicos y el café.

¿Y esos robos solo afectan a Cacia?

- Al inicio fue el sector de alimentos. Cuando posicionamos la atención de las autoridades (OIJ, Ministerio de Seguridad), otros sectores del área de químicos, pintura, pañales, nos empiezan a llamar a la cámara. Industriales que nada tienen que ver con alimentos, nos dicen necesitamos que nos tengan dentro del radar porque también estamos sufriendo robos. 

¿No están asegurados?

- Por lo general eso aplica para productos de exportación. Vea el grado en que operan, que por ejemplo un contenedor llega a Holanda y el mismo contenedor que salió de aquí llega con el mismo peso y cuando lo abren está lleno de piedras. Eso es un crimen bien hecho, no es cualquier “piedrerillo” y todo eso se va para la informalidad. 

Se dice que la informalidad es una forma de generar empleo. ¿Cómo analizan esa afirmación?

- Eso es una visión muy simplista. El tema ahí para un gobierno es ¿bueno usted qué va a hacer? Esto no es un problema de un gobierno, pero sí de Estado. Y lo primero que hay que preguntarse es ¿por qué hay informalidad?

¿Cómo lo explicaría usted?

- La informalidad existe en todos los países del mundo, pero no es tan grande ni crece tan rápido como en Costa Rica. Hay gente que lo hace por subsistencia como los pescadores, que no es dañino para la economía, pero lo que sí es dañino es aquel que pone un establecimiento de cualquier cosa, pero no saca los permisos, no se registra. 

¿Afecta a las pymes?

- El 98% de la industria alimentaria son Mipymes, lo que pasa es que a la gente cuando le dicen industria alimentaria piensa en empresas grandes, que son por lo general cuatro, que están visibles y posicionadas en los canales de consumo masivo. En la industria alimentaria incursiona mucha gente porque producir un alimento no es ciencia de la nada, si usted sabe hacer galletas puede hacerlas y venderlas. 

¿Y esos no son también pequeños empresarios?

- Es que en la informalidad hay varios tipos. Está el pequeño emprendedor que realmente la está pulseando para vivir. ¿Y esa persona a qué se enfrenta? Si tiene que contratar a alguien empieza por 43% de cargas sociales, luego tiene que irse a inscribir al Ministerio de Hacienda, buscar el permiso sanitario de funcionamiento, ahí le van a exigir cuestiones ambientales, el curso de manipulación de alimentos, los permisos de la municipalidad, después que el INS y pagar el recibo del gas o la electricidad… 

¿Qué significa?

- Que ese pequeño emprendedor termina enfrentándose a un estado impenetrable. Su negocio se pone cuesta arriba y si tiene que comer y mandar a sus hijos a la escuela tiene que tomar una decisión, estar en el sector informal es una decisión consciente. 

¿Cómo se reduce la informalidad?

- Por ejemplo, se planteaba que la CCSS diera cinco períodos de gracia, pero el marco regulatorio no lo permite. La CCSS es la primera en decir no y el que diga que sí, puede ir a la cárcel. Para darle el plazo de gracia, debe haber un marco regulatorio. La ley está hecha para que todos esos espacios estén cerrados con candado. 

¿Y en otros países cómo funciona?

- Los países desarrollados hacen una lista, eliminan requisitos y después viene el cómo. Entonces vienen los temas de los que los políticos no quieren hablar. Hay temas que implican ir a tocar leyes y son leyes que hay gente que no quieren que se toquen porque hay mucha gente que vive de la burocracia. Es un cáncer que no mata al paciente, pero que no se cura y hay que meterle un bisturí profundo. 

¿Qué proponen los candidatos presidenciales?

- La gente que está metida en política no tiene la menor idea de cómo solucionar esto. Lo que le dicen a uno es: dígame qué se puede hacer por decreto y se ocupa tocar leyes. Está el tema de los trámites, los políticos confunden la eliminación de trámites con la digitalización y también está el problema de que hay emprendedores que están en la brecha digital. 

Había un proyecto con el Ministerio de Economía ¿Qué pasó con eso?

-Nada. El MEIC venía trabajando algunas iniciativas a petición de nosotros.

De todos los trámites que hay ¿Cuáles quitaría Cacia?

-El registro de alimentos. No sirve para nada. En teoría es un mecanismo para verificar la inocuidad de los alimentos en el mercado, pero el Ministerio de Salud no inspecciona en campo. ¿Entonces qué hace la autoridad con eso? Nada. La inocuidad de alimentos se verifica en la góndola, no en el papel.

¿Qué proponen?

- Que la empresa le dé la información al Ministerio de Salud digitalmente, donde se corrobore que existo y que produzco esto. Así funciona en Estados Unidos, donde no hay registro y es de los sistemas de seguridad alimentaria más eficientes del mundo, pero ellos tienen verificación y control, trabajan en la calle, no en escritorios. Esto no aplica para medicamentos y cosméticos, que requieren de otros controles, pero ¿una aceituna envasada? 

¿Si se elimina el registro no pasa nada?

- No. Hoy no existe nada que le garantice a usted que lo que se está comiendo es inocuo, porque no existe ningún control y verificación de lo que existe en el mercado.

¿Sigue siendo la tramitología un problema?

- Sí, a pesar de que la ministra de Economía (Geannina Dinarte) salga diciendo que no, han simplificado, pero no eliminado. Ahora son digitales, eso es en lo que Costa Rica ha mejorado, pero eso no significa que las instituciones se estén modernizando. Hay gente que todavía tiene que venir de Guanacaste a San José a hacer un trámite. 

¿Qué otro trámite se puede eliminar?

- Los permisos de funcionamiento y todos los trámites para construir algo. 

Ahora estaban mencionando los candidatos gravar algunos productos de la industria alimentaria. ¿Qué piensan de eso?

- Hay uno para gravar la cerveza, otro a las bebidas azucaradas y a los alimentos “malos” para salud, que para empezar eso no existe. 

¿Cuáles se supone son “malos”?

- Los llaman ultraprocesados, galletas, helados, etc. El concepto es perverso, es como para que la gente deje de consumir o comprarlos. No hay ningún sustento científico que diga que esos productos son malos. La plata sería para pagar el hueco del Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM). 

¿Y está mal meter un impuesto para el IVM?

- La Seguridad Social está financiada por aporte tripartido, por patronos trabajadores y el Estado. Si el modelo tiene alguna crisis financiera son esos tres accionistas los que tienen que atajar, no se vale decir aquel producto que no me gusta, entonces metámosle el impuesto. 

¿Entonces estarían en contra de gravar la cerveza también?

- Sí. Y no es por proteger a los consumidores de cerveza. Un poco va por las ocurrencias. No hay un estudio que diga que un alimento es malo. El otro proyecto es para meter un impuesto a las bebidas azucaradas para financiar los medicamentos de la Caja, desconociendo que ya hay una Ley para ese fin. Detrás de todo esto hay populismo porque es jugar con la sensibilidad de la gente, con el humanismo.

¿Qué prevén para este año?

- Estamos en incertidumbre hasta que pasen las elecciones presidenciales.

Extradirecto

PERIODISTA: María Siu Lanzas

CRÉDITOS: Fotos: Herbeth Arley

EMAIL: [email protected]

Jueves 11 Enero, 2018

HORA: 12:00 AM

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