¡La estadística que nos dejó chingos!
La columna de Jaime Ordóñez
(Este artículo lo publiqué aquí, en DIARIO EXTRA, el 16 de diciembre de 2013, hace exactamente 4 años. Lo publico nuevamente porque he revisado las estadísticas, y casi todo sigue igual. De acuerdo al Estado de la Nación 2017, sólo cambió un poco la tasa de escolaridad, hoy del 50%. Hay que reconocerlo. Pero en todo lo demás, el país sigue con los mismos déficits. Mientras el resto del planeta cambia aceleradamente, nosotros como aquella vieja canción: la vida sigue igual...)
El principal problema de Costa Rica es que quiere ser país de primer mundo pero tiene una educación de tercer mundo. Es nuestro principal lastre, que viene de muy atrás, arrastrado por muchísimos gobiernos. Pero no es sólo problema de los gobiernos. Todo el mundo ha fallado aquí: los políticos, los burócratas, pero también el resto de la ciudadanía, mundo privado, empresarios, etc. ¿Cuán grave es nuestro lastre educativo? Les propongo un simple ejercicio matemático y estadístico. Es fácil, sólo se necesita lápiz, papel y un poco de sentido común.
DATO 1.- El país tiene tasa de escolaridad real del 46% (sólo 4.6 de cada 10 niños de primaria se nos gradúan en secundaria). Ello significa que el 54% de la población se nos queda en el camino, no llega a graduarse de secundaria y, menos aún, llega a la Universidad. (Ver Cepal y Estado de La Nación, 2013)
DATO 2.- De ese 44% por ciento que se salva, que logra terminar el bachillerato, de acuerdo a las pruebas internacionales PISA (que evalúan la calidad deductiva-inductiva del sistema educativo) sólo el 30% tienen capacidad para el razonamiento abstracto. Por eso, entre en el 60% y 70% de nuestros estudiantes fracasan en las pruebas de matemática. Y sucede que la matemática y la física son esenciales para la comprensión racional del mundo, la economía, la ingeniería, la tecnología, etc. Es decir, para la sociedad del presente y el futuro.
TRÁGICA SÍNTESIS 1 y 2.- El resultado de la información 1 y 2 es tenebroso y trágico. Sí sólo el 30% tienen capacidad para el razonamiento abstracto, ese 30% corresponde únicamente al grupo o universo del 44% de estudiantes que logra terminar el bachillerato. Resultado: apenas el 10% de estudiantes es competitivo. La ecuación es simple, hagan el cálculo: el 30% del universo del 44%, genera apenas un 10% de la población con capacidad para el razonamiento abstracto y matemático.
¡Esta estadística nos deja chingos como sociedad! ¡Desnudos e inermes en el escampado! ¡En pelotas! Significa que, salvado ese 10%, el restante 90% navega en las aguas tibias de la pseudo-alfabetización; una educación para cajeros de fast-food, dependientes de repuestos de autos, de modelitos con tetas de silicón y novio futbolista; de estilistas que pintan uñas de 2 a 5; de rugientes aficionados de La 12 y de La Ultra; de taxistas piratas, de ayudantes de oficina que un día no les salen las cuentas, y el otro tampoco. ¡En fin, el resto de la sociedad tica! Sólo el 10% se nos salva; ese otro es el 90% que se lo lleve la marea…
Esta estadística de sólo un 10% con destrezas educativas explica, ahora sí claramente, porque nos hemos vuelto una sociedad cada día más desigual. Que el 10% de la población tenga el 43% de la riqueza del país y el 20% de la población posea casi 60% de los recursos (Ver, Unicef, Social Policy Files, actualizado a 2011 y 2012), es resultado de lo anterior. Los números calzan exactamente. Pues bien, allí tienen la razón de nuestra desigualdad creciente.
Queremos ser Suiza, siempre hemos tenemos esas ínfulas (así dice la canción que nosotros mismos nos compusimos… “por ser tan linda Costa Rica la llaman, la Suiza centroamericana…”, etc.) y otros sedantes como el “el país más feliz…” y babosadas similares. Pero esta estadística, la única que importa, la que en verdad cuenta, nos dice lo contrario. Es una cachetada violenta en media cara.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
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Lunes 18 Diciembre, 2017
HORA: 12:00 AM
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