La epidemia del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida) está concentrada en la población de mujeres trans y hombres que tienen sexo con hombres y que no necesariamente son homosexuales. Por su parte, las trabajadoras del sexo salen libradas de la enfermedad por el uso consistente del condón.
Los datos los revela de la “Encuesta de conocimiento, comportamiento sexual y prevalencia de infecciones de transmisión sexual en mujeres trans, mujeres trabajadoras sexuales y hombres que tienen sexo con otros hombres en la Gran Área Metropolitana”, dada a conocer por el Ministerio de Salud en el marco del Día Mundial de la Respuesta al VIH.
De acuerdo con la coordinadora de la Comisión Nacional del Sida (Conasida), Alejandra Acuña, es la primera vez, que se realiza una encuesta en tres poblaciones específicas: Trabajadoras sexuales, que se identificaron como todas aquellas personas que biológicamente nacieron mujeres, que en los últimos 12 meses hayan tenido relaciones sexuales a cambio de dinero y que vivan o trabajen en la Gran Área Metropolitana. Mujeres trans, personas que biológicamente nacieron hombres, y que su autoidentificación de género sea femenina en los últimos 12 meses, que hayan tenido relaciones sexuales con parejas masculinas y vivan o trabajen en la Gran Área Metropolitana. Finalmente, el grupo de los que biológicamente nacieron hombres, que en los últimos 12 meses hayan tenido relaciones sexuales con otro hombre y que vivan o trabajen en la Gran Área Metropolitana.
La consulta indica que un 24,6% de las mujeres trans tienen sida mientras que un 10% lo reportan los hombres que dijeron tener sexo con otro hombre. En el caso de las trabajadoras sexuales la prevalencia de la enfermedad es de 1,6%.
“En el grupo de hombres que tienen sexo con hombres hay un desafió y es que incluimos a hombres gais, pero también a otros que no se consideran gais pero que tienen relaciones sexuales con otros de manera ocasional o frecuente. Muchas veces estos hombres tienen relaciones tanto con mujeres como con hombres y se constituyen un grupo importante porque es el que lleva la infección a las mujeres”, destacó Alejandra Acuña de Conasida.
La investigación se realizó con el fin de determinar la prevalencia del VIH, sífilis, hepatitis B y C, así como los comportamientos y prácticas relacionadas al riesgo de la infección del VIH.
Se consultó a 400 hombres que tienen sexo con hombres, 300 mujeres trans y 400 mujeres trabajadoras sexuales para un total de 1.100 consultados.
PREVALENCIA ES ALTA
Para Laura Sánchez de la organización internacional Hivos, la incidencia de la enfermedad en Mujeres Trans y hombres que tienen sexo con otros es alta y se requiere continuar las estrategias de prevención con estas poblaciones identificadas.
Sánchez acotó que en las mujeres trabajadores sexuales la incidencia de la enfermedad es muy baja y revela el resultado de las estrategias que se han seguido con ellas desde hace mucho tiempo.
“Hay prácticas que tienen las mujeres trans o los hombres que tienen sexo con hombres que son de mayor riesgo, particularmente el sexo anal, para la infección del VIH”, destacó Sánchez, quien resaltó la importancia de los datos arrojados en la primera encuesta realizada a tres poblaciones específicas.
