Cinismo, perjurio y corrupción
Luis Jiménez Lara
Causa verdadera indignación ver cómo se presentan a mentir descaradamente el 99% de las personas citadas a declarar ante la comisión investigadora de la Asamblea Legislativa.
Todos estos funcionarios involucrados en el caso del “cemento chino” pertenecientes a la Casa Presidencial, Asamblea Legislativa, Poder Ejecutivo, Poder Judicial y del Banco de Costa Rica han llegado a cometer perjurio con el agravante de que algunos de ellos también responden haciendo gala de un cinismo increíble. Sería muy aleccionador que la comisión investigadora recomiende al Ministerio Público acusar a todos estos funcionarios de perjurio, ya que en la mayoría de los casos ha quedado demostrado que mintieron con toda intención y cálculo.
En días pasados, la comisión investigadora llamó a declarar al amigo del presidente y diputado Víctor Morales Zapata, aparte de que se abstuvo de responder algunas preguntas, este señor manifestó que él no le dio instrucciones en nombre del Presidente al viceministro de Hacienda Sr. Fernando Rodríguez para agilizar el desalmacenaje del cemento chino.
Si lo que dijo Víctor Morales bajo juramento es cierto, entonces el Sr. Presidente sí le giró instrucciones al Viceministro, con el fin de que el cemento saliera de la aduana a como fuera (ilegalmente así ocurrió), el problema es que el Presidente niega tal cosa y así continuamos con esta maraña de mentiras y ocultamientos. El Viceministro no fue sancionado, ¿por qué?
Los costarricenses recordamos cuando, tiempo atrás, el DIARIO EXTRA y otros medios empezaron a denunciar la corrupción con este caso del cemento, en esa oportunidad, el señor presidente Luis Guillermo Solís salió furioso ante el país, para decirnos que estaban tratando de calumniar su persona y de tratar de manchar la imagen de su gobierno y amenazó con que ya tenía “identificados” a los que estaban levantando falsos.
Hoy tendría que tener “identificados” a todos los costarricenses y me imagino que la DIS de Mariano Figueres tendría mucho trabajo en llevar a cabo la diligencia de “identificación”.
Otra pregunta que nos hacemos los costarricenses es: ¿Qué andaban haciendo en Panamá Celso Gamboa, Juan Carlos Bolaños y el representante de la empresa de Hong Kong que recibió 20 millones de dólares del BCR? ¿Será que todos andaban comprando ropita de bebé o se requería la firma de estos señores en algún documento legal a fin de constituir una sociedad, abrir una cuenta, efectuar un depósito o efectuar un retiro en ese país vecino? No lo sabemos.
Nuestro pueblo ya conoce algunos de estos funcionarios y diputados que cuentan con antecedentes por tráfico de influencias y corrupción, incluso por ese motivo alguno ha sido echado de su partido.
Tenemos la fe y la esperanza de que, con el nombramiento de la fiscala Emilia Navas toda esta red de corrupción va a quedar expuesta sin importar quiénes sean ni el cargo que ocupen.
Los costarricenses esperamos que todo lo relacionado con este caso continúe investigándose a fondo y sin contemplaciones.
El daño que estos individuos han causado a nuestro país y a nuestra gente ha sido enorme y deberán pagar por sus fechorías. Tal vez algunos terminen tras las rejas en una celda de “cemento”.
