Guadalupe.- Cuando todo indicaba que el juego se iba a quedar con empate a uno, el volante Marvin Angulo marcó la diferencia en jugada de táctica fija.
Un choque cargado de emociones se encontraba 1-1 sobre los 90 reglamentarios. Bola al piso, cobro de tiro libre desde la izquierda. Defensores, atacantes y cuidapalos se concentraron en ese baile de graduación que tenían al frente. Solo parejas, cada quien, con el suyo, a frenarlo, respirarle en la nuca, pero uno había quedado sonto.
El cobrador pegó patadón de pierna derecha que se elevó por encima de todos los actores, y ante la mirada atónita de quienes se jalaban y estorbaban, entró calmadita la maltratada hasta el fondo de los cordeles. Que era centro, que le dio directo, qué importa, Saprissa se ponía arriba y sellaba un partido que le costó mucho. Cancha sintética, pequeña y contra un agresivo Guadalupe. Razón para celebrar por todo lo alto un juego cargado de espinas.
ASFIXIADOS Y PRESIONADOS
En las primeras de tanteo, el movimiento del balón se les complicaba a los morados ante la presión asfixiante de los de casa. Esto se hizo más evidente en la zona de volantes.
Los de azul y amarillo se basaron en el toque corto y de primera intención para llevar peligro a las tiendas moradas. Se vio mal el grupo comandado por Carlos Watson cuando, junto a la presión, le aplicaron la velocidad en el patio de Briceño.
En medio de la poca efectividad tibaseña apareció Luis Stwart Pérez, quien entrando al área pateó y rasguño el poste derecho de la casa de Torres. Solo avisos, improductivos.
ROJA MUY MERECIDA
Sobre los 21 minutos, se da una jugada trascendental para el accionar de ambas oncenas. Corría hacia el marco Daniel Quirós y se le iba a Julio Cascante, quien de manera estúpida comete falta. Era el último hombre y la opción de gol resultaba más que clara. Al juez central no le quedó más que desenfundar su arma, sacar la roja y mandar a los vestidores al zaguero del equipo del siglo. Carrerón de Julio hasta el camerino, al estilo Nery Brenes. Sabía de su error y, ante tanto parroquiano con camisa color remolacha en el “Colleya”, decidió evitar el bullying.
Posteriormente, desde la grada pedían penal, más el central no se tragó la píldora.
Luis Stwart Pérez pasó a ser el sacrificado para que el esquema de visita se ordenara ante el ingreso de Jaikel Medina.
Había que enfriar el juego, entonces al portero Kevin Briceño se le ocurrió cambiarse los tacos.
A punto de cerrar el primer tiempo, sobre 41 minutos, Steve Garita bajó con falta, dentro del área a Jeikel Medina para que un minuto después se celebrara el primer tanto del juego. Saprissa ganó el duelo Torres-Torres, pues desde el manchón blanco Mariano le anotó a Luis. Era el 0-1. A los 45 reglamentarios se le sumaron 120 segundos hasta que el pito partió el juego en dos.
TARDE FRESCA,
FÚTBOL CALIENTE
Para el complemento, las acciones se cotizaron más altas. Nadie desmayaba en la idea de cambiar la historia. Duelo parejo, aunque Saprissa jugaba desde el minuto 21 con un hombre menos.
En verdad que el Monstruo actuaba con dos menos, tenía nueve hombres pues nunca se le vio nada al delantero catracho Jerry Bengtson. Demasiado lo aguantó Watson en el rectángulo de juego, hasta que le dio espacio a Jonathan Moya. Muy mal rendimiento para un extranjero, que debe marcar diferencia por encima de todos los nacionales de la planilla.
QUIJOTADA GUADALUPANA
Como los chicos de Abasolo deseaban mover los cartones apretaron el paso, siguieron empecinados en su golcito, hasta que lo lograron en centro desde la parte izquierda del ataque casero. Josué Rodríguez la colocó como con la mano a la testa de Mauricio Montero, quien se coló en la zaga enemiga cual cuchillo en mantequilla para el empate. Faltaba el cierre de Angulo, oportuno, certero, cuando más se celebra, porque más se ha sufrido. Valió el boleto.
PERIODISTA: Alejandro Fonseca
CRÉDITOS: Fotos: Mauricio Aguilar
EMAIL: [email protected]
Lunes 13 Noviembre, 2017
HORA: 12:00 AM
SIGUIENTE NOTICIA