El polvorín que levantó el empresario David Patey tras su declaración en la Asamblea Legislativa aún tiene repercusiones. Un día después de ese momento contactamos al también presidente del Herediano para hacerle algunas preguntas que quedaron en el tintero. Vía telefónica contestó todo lo que había en la libreta de DIARIO EXTRA.
¿Conocía usted al diputado Ottón Solís? ¿Cómo se produjo ese primer contacto?
-Yo nunca lo había conocido, solo sabía que era un político. Como a principios de octubre él me envió una carta haciéndome unas preguntas de temas financieros y de mi sociedad. Yo las contesté detenidamente, con detalle. Después el martes pasado él me envía un mensaje y yo le devuelvo la llamada. Me dice que recibió la carta con las respuestas y que está totalmente satisfecho. Recordemos que la duda surge de por qué yo giro un cheque a la deuda de él con el Banco de Costa Rica y no a la sociedad de él. Me pidió (Ottón) que si nos podíamos reunir y le dije que el jueves iba a estar en San José, entonces nos vimos en la oficina de un amigo mío.
¿Qué hablaron?
-Me empezó a hablar de mí, de mi llegada y de cómo conocí a Juan Carlos Bolaños. Después me dijo que quería conocer cuáles políticos, personas de gobierno o de instituciones conocía por medio de él. Si a mí un periodista me llama, yo le hablo con la verdad, más si es un diputado y está en una comisión investigadora. Luego me dijo que si estaba dispuesto a decir eso en la comisión y en mi mente había miedo, pero en mi corazón sabía que debía decir la verdad. Yo lo que tengo claro es que conocí a Juan Carlos Bolaños después de que se concretara lo del crédito y lo dejé de contactar hace como un año, en enero o febrero del 2016. Él ya tenía crédito.
¿Cómo trabajaba usted con el cemento?
-Yo compraba cemento para distribuirlo en áreas rurales de Costa Rica como en San Carlos y Guanacaste. El negocio del cemento tiene un margen de ganancia impresionante, pero hay que tener muy buen flujo de caja.
¿Se pusieron de acuerdo usted y Ottón Solís sobre las preguntas que él le iba a hacer o las respuestas que usted debía dar?
-De ninguna manera, solo me dijo que le gustaría tener esa conversación, que él tenía derecho a preguntar y que yo hablara. No me dijo que diera alguna respuesta. La corrupción en la política es algo triste y tenemos que ver estas cosas. Hay que hacer las cosas como se deben y no hacer las que no se deben. Primero le dije que no porque no tenía nada que ver con este tema y pensé que me iba a hacer daño. Él insistió y me dijo que si no podían mandar a la policía a traerme. Él no trató de torcerme el brazo. Yo sé que es un deber con el país y siempre he sido muy abierto. Sabía que debía hacer lo correcto. Me contestó: “Es decir la verdad por el país y no le tomará mucho tiempo”.
¿Conoce usted a Celso Gamboa? Él dice que tuitea con mucha gente, pero en muchos tuits de él aparece su nombre.
-Nunca lo he visto ni he hablado con él, solo que Jun Carlos Bolaños lo había mencionado.
¿Tiene usted algún interés en el tema del cemento chino?
-Ninguno. Yo le había enviado una carta a Juan Carlos Bolaños donde le explicaba las preocupaciones por las condiciones que no se me estaban dando (de JCB hacia Patey en la venta del cemento que Patey distribuía a sus clientes). Me retiré de la distribución, le dije mis razones, como si fuera una malacrianza de un niño de dos años que se pone en el piso para que me dejara de fregar con las comisiones y acuerdos que no me estaban respetando. Yo creí que me iba a decir mirá hablemos, pero me dijo: “Mirá, muchas gracias y que Dios te bendiga”. Yo dejé de repartir el cemento, cerré y vendí los montacargas. Cuando me di cuenta estaba ofreciendo el cemento a mis clientes. No me pidieron ni el precio que yo les tenía. Eso hizo Juan Carlos Bolaños y su grupo de ventas. Dijeron tenemos el margen de ganancia con el que le vendemos a él y el que él les vende a los clientes. Fue como decir el lechero acaba de renunciar y la ruta me queda a mí.
¿Usted dijo que había intención de Juan Carlos Bolaños de que usted le hiciera un préstamo a Celso Gamboa por un monto de $150 mil?
-Eso es cierto, yo lo dije y lo mantengo.
¿No le pareció curioso que Juan Carlos Bolaños, teniendo tanto dinero, le pidiera a usted que le prestara una pequeña cantidad a Celso Gamboa?
-No creo. Eso es mucha plata, no es tan pequeña. Es como que yo le vaya a prestar dinero a un amigo, por ejemplo. Es mejor no prestarla porque tal vez por ser amigo no se la paga. Dicen que al prestar dinero a un amigo a veces se pierde la plata y se pierde la amistad. No volvimos a hablar del tema. Fue algo de momento y ahí quedó.
PERIODISTA: Alejandro Fonseca
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Sábado 11 Noviembre, 2017
HORA: 12:00 AM
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