Miguel Badilla Badilla, de 60 años y con más de 20 viviendo en urbanización Las Bellotas de La Aurora, Alajuelita, intentó acabar con la vida de su esposa y murió al pegarse un balazo en la sien.
Los hechos se registraron durante la mañana en la casa donde el fallecido habitaba con su cónyuge y dos hijos.
El motivo del intento de asesinato no se tiene claro, pero las versiones facilitadas por la mujer y la familia del hombre indican que Badilla tuvo una fuerte discusión con su pareja, tras gritos y ofensas parecía que había perdió la razón.
En ese instante desenfundó un arma de fuego, le apuntó a su compañera en la cabeza y le disparó pero de milagro falló, solo le rozó la mano derecha, mientras que a la hija sin identificar le propinó un plomazo en la pierna derecha y fue remitida al Hospital San Juan de Dios.
“Atendimos un herido de arma de fuego en la urbanización Las Bellotas de Alajuelita. Al llegar encontramos a un masculino de 60 años tirado en el piso entre la sala y la cocina con un impacto a nivel de su sien izquierda y en apariencia el señor antes de cometer el acto realizó algunos disparos a los familiares.
La esposa estaba afectada en el brazo y la hija presentaba un impacto en su extremidad derecha inferior y fue trasladada”, manifestó Ruber Gómez, de la Cruz Roja de Alajuelita.
SE DISPARA EN LA SIEN
Luego de la balacera y estando aún aturdido, Badilla Badilla se dirigió a la cocina, apuntó el arma a su cabeza y sin volver a ver a sus parientes se disparó en la sien derecha, lo cual provocó su muerte instantánea, tal como confirmaron las autoridades de la benemérita.
Los judiciales de Inspecciones Oculares aseguraron que el caso tiene todo el perfil de un hecho de violencia intrafamiliar, que terminó en una muerte violenta.
“La hija solo resulta con herida en uno de sus pies y la señora no presenta ningún tipo de lesión más que el roce en uno de sus brazos”, expresó Javier Quesada, de la jefatura de Inspecciones Oculares en el OIJ.
EJEMPLAR
Aludiendo al dicho “no hay muerto malo”, doña Gladis López, vecina de la familia afectada, narró a DIARIO EXTRA lo que pensaba de la víctima.
Añadió que no por estar fallecido don Miguel lo consideraba una gran persona, con mucha educación, cordial y que no le negaba un saludo a nadie.
La mujer estaba chorreando café cuando se dio cuenta de lo sucedido y salió para confirmar que se trataba de Miguel, a quien conocía por su labor de años como taxista, pero que actualmente laboraba como pirata dando servicio en el centro de Escazú.
“Él tenía un carro rojo con el que taxeaba, yo lo siento tanto porque era un vecino del que nunca conocí un maltrato, nunca una mala palabra, era una persona especial y de verdad que esa era la realidad.
Él cuando pasaba lo saludaba a una de muy buena forma y cuando salía a trabajar siempre estaba atento a saludar a los vecinos. Pirateaba ese carrito rojo en Escazú, así se ganaba la plata”, dijo la lugareña.
TRABAJADOR
En Las Bellotas don Miguel tenía una imagen de hombre trabajador y responsable, el lamentable hecho lleno de violencia no tiene justificación para los vecinos.
“Él vivía con la esposa y los hijos, la joven que fue herida y un muchacho como de 20 años. Parecía que ellos se llevaban bien, nunca se conoció ningún problema entre ellos.
Tenemos como 20 años de vivir acá y mi vecino era un trabajador que se iba de madrugada y regresaba a las 10 de la noche de trabajar, nunca se escuchó un escándalo en la casa”, amplió doña Gladis.
La esposa del fallecido fue identificada con los apellidos Sánchez Ulloa y es el tercer matrimonio de Miguel, con quien vivía hace dos décadas en el lugar de la tragedia.
PERIODISTA: Gustavo Retana
CRÉDITOS: Fotos: Randall Sandoval y Herbert Arley
EMAIL: [email protected]
Sábado 21 Octubre, 2017
HORA: 12:00 AM
SIGUIENTE NOTICIA