Miguel Marín fue uno de los pilares que llevaron a Limón FC a figurar en el torneo anterior. El mediocampista logró un protagonismo importante con los caribeños y se convirtió en uno de los hombres de confianza para el técnico Horacio Esquivel.
Sin embargo situaciones familiares lo hicieron mudarse de “casa” para el Apertura 2017. El futbolista es de San José, por lo que decidió firmar con Guadalupe FC para este certamen, pues necesitaba estar cerca de su esposa.
“Yo de Limón me vine por mi familia, tenía a mi esposa embarazada y tenía que estar con ella en el momento del parto. Venirme de Limón fue una decisión más que todo familiar. Limón fue, es y será mi casa, ellos me lo han demostrado y así lo siento yo, pero ahora defiendo otros colores”, declaró.
Con los limonenses se acostumbró a pelear los puestos altos de la tabla de clasificación, en varias ocasiones hasta el liderato, pero ahora la realidad es muy distinta, ya que con los guadalupanos las cosas no caminan como esperaba.
El club josefino es el colero del torneo y jornada a jornada lucha por salir del sótano, pero aún no ve la luz. El mediocampista afirma que este no era el escenario que imaginó, pero recuerda que se trata de fútbol y no queda más que levantar cabeza.
Cuando le preguntamos si extraña lo que vivió en Limón y el rendimiento que alcanzó en esta escuadra asegura que no hay punto de comparación. “Son lugares diferentes, son climas y provincias distintas. La gente de Limón es muy especial conmigo, ellos me demostraron mucho cariño y yo tenía que pagarles con eso, no digo que en Guadalupe no, pero son situaciones muy diferentes”, añadió.
PURA HABLADA
En su momento se dijo que Alajuelense pretendía al jugador, sin embargo él comentó que nunca fue así. “Eso fue pura hablada, no hubo acercamientos, el único que se me acercó fue Guadalupe”, indicó.
Vale recordar que en el Caribe, Miguel hizo buena mancuerna con su hermano Erick, ambos le imprimieron experiencia al equipo y lo guiaron. Ahora vuelven a compartir camerino, pero Miguel asegura que ellos no ponen como requisito jugar juntos.
“Desde antes que yo firmara con Guadalupe ya ellos habían hablado con mi hermano, creo que nos querían a los dos. Aunque repito que me vine porque mis hijos me necesitaban aquí (San José)”, acotó.
Respecto a su actual equipo dice que cada vez se acoplan mejor a la idea del técnico Antonio Abasolo. Explicó que algunos errores les están costando puntos, agregó que uno de los aspectos a corregir es el cierre de los partidos porque así perdieron los últimos dos compromisos.
Considera que en la siguiente ronda Guadalupe mostrará otra cara.
Esta tarde los guadalupanos tienen una tarea pendiente, reciben en su casa al Limón FC a las 3 p.m. Para los locales es una obligación sacar los 3 puntos, ya que no han hecho respetar su cancha y aseguran que deben empezar por ahí para enderezar el rumbo.
PERIODISTA: Andrés Zárate Sánchez
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Miércoles 20 Septiembre, 2017
HORA: 12:00 AM
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