Hay dos problemas en el país que les roban el sueño a los costarricenses: la inseguridad y el desempleo.
Así lo demuestra la reciente encuesta de la empresa Enfoques, realizada entre el 27 de agosto y el 2 de setiembre.
Según el estudio la creciente ola de asaltos y crímenes preocupa al 35,2%, mientras que el desempleo y la pobreza a un 33,1%.
En el caso de la inseguridad, hay que mencionar que solo en 2016 en el país se registraron 578 asesinatos, esa ha sido la cifra más alta de la historia, de ellos 267 obedecieron al móvil catalogado como ajuste de cuenta-venganza.
Según el OIJ, al 5 de julio de este año se reportan 291 asesinatos, de los cuales un 42,9% obedece a ajustes de cuenta o venganzas.
Al 5 de julio se reportaban 16 homicidios más en comparación con el mismo periodo del año pasado.
En medio de este panorama las estimaciones no son positivas pues el OIJ pronostica entre 590 y 600 asesinatos al cierre de diciembre. La tasa sería de 12,8 (otra vez, la más alta de la historia).
Ninguno de los presidentes anteriores tuvo un panorama tan complejo en este tema. Por ejemplo, Óscar Arias (2006-2010) registró 1.232 homicidios dolosos en sus primeros 3 años de gobierno, Laura Chinchilla (2010-2014) 1.408 casos y Solís 1.611.
A pesar del incremento el gobernante ha rechazado vehementemente que su gobierno haya descuidado la seguridad ciudadana. “No ha habido negligencia ni abandono de esas responsabilidades. El país está tranquilo, no hay una situación de caos en las calles ni de inseguridad en todas partes, ha habido una serie de actos que estamos atendiendo, pero no hay descontrol absoluto”, dijo Solís hace unos meses cuando se le consultó sobre el tema.
Entre tanto, con el desempleo, la preocupación de los ticos se mantiene a pesar de que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) revelara el mes anterior una disminución interanual de 0,9 puntos porcentuales, al pasar de 9,4% a 8,5%.
El presidente Luis Guillermo Solís manifestó que la disminución obedece a las políticas que su administración promueve para luchar contra la pobreza, sin embargo, de los 125 mil nuevos puestos que se crearon, 100 mil fueron en la informalidad, lo que quiere decir que el empleo independiente no formal fue el que más influyó en esta cifra, como por ejemplo dueños de empresas no constituidas o sin balances contables formales.
En marzo anterior el gobierno reconoció que no podrá cumplir con su meta de crear 217 mil nuevos puestos de trabajo, como se lo propuso en agosto de 2014.
La ministra de Planificación, Olga Marta Sánchez, reconoció que la meta no se podrá alcanzar porque “hay condiciones estructurales que lo hacen complejo”, como que en la economía local e internacional el crecimiento no vaya al ritmo de la generación de empleo.
“Las condiciones para que alcancemos la meta propuesta para el cuatrienio son bastante difíciles”, acotó Sánchez.
En 2015 el gobierno registró la creación de 21 mil empleos y en 2016 fue de 36 mil, lo que evidencia un crecimiento del 71,4. A pesar de que los números son alentadores no alcanzarán para lograr los 217 mil puestos para 2018.
“La meta va a ser difícil de cumplir. Hay que ser transparentes y francos”, añadió la ministra, quien no se aventuró a decir cuál será el número de puestos faltantes para alcanzarla.
PERIODISTA: Carlos Castro Gamboa
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Martes 12 Septiembre, 2017
HORA: 12:00 AM
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