Las reformas a la Ley de Tránsito (Ley 9078), aprobadas por la Asamblea Legislativa hace algunas semanas, ya empezaron a regir, dando luz verde a que las autoridades puedan hacer multas por muchas conductas que ahora vienen a ser sancionadas. Esto luego de que la misma fuera publicada en el Diario Oficial La Gaceta la mañana del martes, tomando por sorpresa a muchos que no esperaban tan rápida aprobación de las reformas.
Así las cosas, ahora la Policía de Tránsito podrá multar sin la presencia del conductor en casos como mal estacionamiento, o bien a quienes se nieguen a realizarse la alcoholemia para determinar si conducen bajo los efectos del alcohol.
Mario Calderón, jerarca de la Dirección General de la Policía de Tránsito, dijo que el “cuerpo policial está preparado para aplicar estos cambios, que vienen a facilitar la labor” que realizan cada día.
Desde ayer, estacionar el carro en zona amarilla, frente a la cochera de un negocio, en las esquinas o tapando las rampas para personas con discapacidad podría salirle muy caro a los infractores.
Al mismo tiempo se podrán confeccionar partes con cámaras, por lo que desde hoy muchos podrían encontrarse una boleta en su parabrisas, o llevarse la sorpresa cuando vayan a pagar el marchamo de que se le hizo un parte mientras no estaba.
Aunque la multa por mal estacionamiento es de ¢51 mil, el precio que tendría que pagar el infractor sería mayor, ya que se le cobraría el acarreo y la custodia del vehículo, si se le llega a decomisar.
Calderón explicó que con este cambio se espera combatir una epidemia vial como lo es el estacionamiento en las aceras que tanto afecta a los peatones. Además, también ayudará a descongestionar las calles que ven reducidas las dimensiones de sus carriles por dicha conducta.
Alcoholemia saldrá cara
En cuanto a la prueba de alcoholemia, la persona que se niegue a realizarla se le impondrá una multa de ¢306.850,21 y acumulará 6 puntos en la licencia, lo que lo obligará a llevar un curso de sensibilización y reeducación vial.
Al mismo tiempo deberá aprobar dicho curso una nota igual o mayor a 80, de lograrlo su licencia será renovada únicamente por cuatro años y no por seis como lo establece la normativa.
La persona podrá impugnar la sanción solicitando una segunda prueba en un laboratorio, pero si la prueba resultara positiva en el laboratorio, también tendrá que pagar la multa, así como el costo del examen.
Ruido también es regulado
Otras reformas importantes que entraron a regir, pero que deberán esperar la publicación del reglamento, son las relacionadas con el control de ruido de los vehículos; esta se espera que salga publicada en los próximos días.
Toda moto requiere licencia
Otro de los cambios que entraron a regir es la prohibición del uso de la licencia B-1 (vehículo liviano) para conducir motocicletas cuyo cilindraje era igual o menor a los 125 centímetros cúbicos (cc).
Esto busca combatir la mortalidad de motociclistas en carretera, pues es el vehículo en el que más personas mueren, con 107 víctimas en el primer semestre del 2017 y 199 en todo el 2016.
Sobre los otros cambios
El exceso de pasajeros también se podrá sancionar de manera directa con la reforma a la Ley, hasta hace algunas horas no se podía penalizar el exceso de pasajeros como tal, pues no se contemplaba o bien debía ser solo por el no uso del cinturón.
Sin embargo, ahora cuando en un vehículo viajan más ocupantes de los permitidos, se les sancionará directamente por exceso de capacidad y el monto a pagar por esta falta es de ¢103.679,77.
De igual forma, se penalizará económicamente a quien lleve personas en los cajones de los vehículos tipo pick up.
Cabe recalcar que se impondrá una multa de ¢51.316,25 a la persona que desobedezca las instrucciones de un oficial de Tránsito.
Otro cambio son las sanciones a quienes lleven carga en los vehículos y no la cubran adecuadamente, como las vagonetas que transportan tierra y por falta de cuidado caen del vehículo algunos materiales que ponen en riesgo a otros conductores o causen daños a otros automotores.
