El Centro Cultural José Figueres, en San Ramón, es el escenario de la exposición fotográfica sobre el “Juego de los diablitos”, una tradición del pueblo boruca en Buenos Aires de Puntarenas, que impacta a quienes no la conocen, ya que posee un gran arraigo cultural e histórico que está relacionado con esta población indígena y sus costumbres.
Denis Castro Incera, fotógrafo profesional, se encargó de emprender viaje hacia esa zona para conocer de cerca todos los detalles sobre este importante ritual a través de su lente, pasando desde la parte administrativa hasta la producción del evento, que se realiza entre el 29 de diciembre y el 1 de enero, algo que enriqueció su carrera.
“Tengo 32 años de estar trabajando en fotografía y me especialicé mucho en la parte turística, pero con el tiempo me llevó a trabajar un poco o documentar lo que se realiza en las comunidades. Es por ello que se dio la oportunidad de observar el ‘Juego de los diablitos’, que data de unos 500 años y se realiza según lo que ellos comentan”, declaró.
ACTO ESPECIAL
Esta tradición boruca consiste en la rebeldía del indígena contra la conquista del español, entonces los diablitos son personajes que no tienen una connotación religiosa sino que más bien son como muchachos fogosos que resisten la invasión, por lo que el toro representa a los foráneos, que vienen a interrumpir la normalidad de su pueblo, pero al final son derrotados.
“Estamos exponiendo 20 fotografías, las imágenes permiten contar historias a través de mi ojo, de lo que uno contempla por esa sensibilidad de ver lo que otras personas no pueden observar. Mostramos las figuras, esas plantas o esa arquitectura desde una forma distinta con respecto a lo que observamos y tenemos como visión del mundo”, comentó.
Castro Incera dijo sentirse muy atraído por el aporte cultural autóctono de los borucas y su pueblo, ya que reflejan esas primeras luchas de resistencia y de la soberanía patria por sus derechos, costumbres y tradiciones.
Si usted quiere observar la exposición estará abierta durante todo julio en el Centro Cultural José Figueres, donde la entrada es gratuita.
