Las autoridades de los ministerio de Salud y Ambiente, así como diputados y ambientalistas confirmaron la seriedad de la situación que se presentó el viernes anterior cuando una pared con miles de toneladas de basura se desprendió de la base y junto a peligrosos lixiviados (caldos del relleno) que contienen material radioactivo se filtró a la cuenca del río Virilla.
Los hechos ocurrieron en el relleno sanitario administrado por la empresa Ebi Berthier en La Uruca, donde ya se habían señalado serias deficiencias en la gestión debido a la saturación de material en la zona que motivó el cierre técnico del basurero, pero se extendió su funcionamiento luego de una decisión de la Comisión Plena de Setena.
La Ministra de Salud recibió la denuncia de vecinos de residencial Cariari y confirmaron la emergencia tras el colapso.
“Yo me apersoné al residencial Cariari atendiendo una denuncia que plantearon vecinos del lugar, quienes aseguran que se había desprendido un talud del relleno de La Carpio que había contaminado el río causando olores terribles. En este momento hay un grupo de técnicos del Ministerio de Salud y del Ministerio de Ambiente que está haciendo las valoraciones para determinar el daño ambiental que causó. Asimismo busca identificar la operación del relleno sanitario así como la normativa que regula este relleno”, manifestó, Mario Ester Anchía, Ministra de Salud.
DENUNCIA
Diputados en la Asamblea Legislativa se muestran muy preocupados ante las dimensiones de la catástrofe que ya fue comunicada al Tribunal Ambiental para que se manejen los protocoles de emergencia y se sienten las responsabilidades tras el colapso.
“Estamos preparando una denuncia al Tribunal Ambiental para que se dé a conocer lo que está sucediendo en el lugar. En el sitio había una tubería de lixiviados que derrama líquidos que pareciera se están vertiendo en el río. La vida útil estaba llegando a su fin, pero no obstante continuaban recibiendo residuos en el lugar. La pregunta que me hago es dónde estaba el regente y los inspectores que controlaban la operación del relleno”, manifestó William Alvarado, diputado del partido Unidad Social Cristiana.
RADIOACTIVIDAD
Este no es un tema nuevo para los ambientalistas ya que aseguran que desde que se presentó el primero cierre técnico del relleno advirtieron de la peligrosidad de seguir recibiendo basura en el lugar.
Mauricio Álvarez, de la Federación Conservacionista de Costa Rica (Fecon), indicó que el Ministerio de Salud y demás instituciones saben del riesgo, pero no se tomaron las acciones para evitarlo.
“Todo lo que es lixiviados que están cayendo al río por más que lo oculten en la empresa, son sumamente tóxicos, porque como en este país no hay separación de basura lo que se encuentra en el lugar son baterías viejas, llantas y metales pesados que contaminan el agua y por lo tanto el ministerio debería hacer pruebas para descartar la contaminación de este tipo”, denuncio Álvarez.
La radioactividad de los elementos es lo que más preocupa a los especialistas ya que están fluyendo hacia el río debido a las lluvias.
“No se puede descartar todo tipo de contaminación como de materiales radioactivos que contienen las baterías descartables de aparatos portátiles que son sumamente contaminantes y que en la mayoría de casos se recolecta en la basura y terminan enterradas en esos lugares. La topografía de la zona evidencia que ese relleno nunca tuvo que estar allí y estar tan cerca de la pendiente cercana a la cuenca del Virilla”, indicó Álvarez.
Los lixiviados que hay en el relleno se acumulan desde el año 2000 cuando Ebi Berthier comenzó a operar en el lugar. Pese a que el colapso era inminente, se procedió a utilizar el último bloque para recibir basura en el relleno que ahora alcanza 983 metros sobre el nivel del mar.
PERIODISTA: Gustavo Retana
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Martes 27 Junio, 2017
HORA: 12:00 AM
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