Soy una mujer soltera de 37 años. Tengo cinco años de vivir con mi pareja, aunque no somos casados. Desde hace unos meses, cada vez que tengo relaciones sexuales a los días me aparece un flujo café. Es de poca cantidad, pero me resulta molesto. Luego se me quita y aparece de nuevo cuando vuelvo a tener relaciones. A mí no me duelen las relaciones ni siento ninguna molestia más allá del flujo.
A lo largo del día, la vagina se mantiene lubricada por una secreción blanca transparente o levemente amarillenta. La cantidad fluctúa durante el día, y con las relaciones sexuales la secreción se vuelve acuosa y abundante. Estas características están presentes durante el mes, salvo cuando ocurre la menstruación, pues la secreción se diluye con el sangrado y pasa inadvertida. En algunos casos, en el acto sexual se producen sangrados en escasa cantidad; esa sangre queda atrapada en la parte más profunda de la cavidad vaginal, por lo cual sale al exterior días después, parcialmente metabolizada. Por eso, pierde su color rojo característico y adquiere un tono marrón o café.
Diversas causas provocan estos sangrados, entre ellas las infecciones en el cuello de la matriz, algunos problemas en las capas internas del útero, ciertos traumatismos, algunos problemas hormonales, y en contadas ocasiones hasta procesos cancerosos o precancerosos. Por esta razón, independientemente del color de los sangrados, estos deben ser motivo para que la mujer acuda cuanto antes a la consulta ginecológica y la estudien a fondo.