¿Es posible reducir las presas?
Eduardo Brenes M.*
La respuesta es sí, pero se requiere de una política pública de corto, mediano y largo plazo fundamentada en soluciones técnicas, de planeamiento, de diseño, financiamiento, ejecución y fiscalización del proceso, así como de comprensión de los usuarios.
Veamos algunas de las causas que originan el problema de la congestión vial: aumento sostenido de la flota de carros y motos; poca inversión en infraestructura vial; irrespeto generalizado de la normativa de tránsito; saturación del espacio público por los vehículos; facilidad de parqueo de forma legal (parquímetros y lotes) e ilegal; facilidades y promoción excesiva en la compra de vehículos particulares; recaudación significativa para el fisco a través de impuestos a los vehículos; interrupción de la modernización del transporte público desde el 2000; expansión urbana y despoblamiento de las ciudades centrales; poca comprensión institucional del problema pese a los esfuerzos de planificación del transporte público y urbana.
Las soluciones son varias y el proceso largo y sostenido. La falta de fluidez o congestionamiento vial requiere, al menos, de las siguientes medidas:
Administrativas de corto plazo: control de la vialidad a través de la aplicación constante de las normas de tránsito, como respetar líneas amarillas y semáforos, no parquear en zonas verdes y aceras, manejar por los carriles adecuados. Deben eliminarse los parquímetros municipales; mantener la prohibición vehicular y otras medidas más severas a futuro.
De circulación y parqueos: estacionar en las ciudades tiene un alto costo para la colectividad, algunas medidas al respecto serían: diseñar una política de estacionamiento promocionando la inversión pública, privada o mixta de estacionamientos estratégicamente situados en cuyo radio de influencia sea totalmente prohibido parquear en las calles; disminuir parqueos de instituciones y oficinas cuyo uso se extiende por toda la jornada laboral, incrementando la congestión precisamente en horas pico, y revisar el efecto que causan escuelas y colegios en la entrada y salida de clases diariamente.
El papel de la policía de tránsito y municipal es vital. Igual hay que revisar la obligatoriedad de dotar de áreas de estacionamiento en nuevos predios del centro, estos deben ser opcionales.
De infraestructura vial: Entendemos que la inversión en más carreteras y espacio vial no es la solución de las presas, bien se sabe que a mayor espacio vial más carros habrá. Sin embargo, es imprescindible generar conectividad vial este oeste y norte sur en la GAM para facilitar la circulación vial regional. Dicha conectividad debe ser tangencial a las ciudades para aliviar la congestión urbana e impulsar la movilidad a pie o en bicicleta en las mismas. Estas medidas favorecerían la densificación y regeneración urbana, de allí la importancia de recarpetear calles, respetando las rasantes para ganar espacio de circulación.
Si se exige mayor retiro frontal de las nuevas construcciones en las ciudades, dicho espacio no debe ser dedicado al parqueo perpendicular, por el contrario, debe irse preparando la ampliación del espacio público para zonas verdes, ciclovías y aceras, inclusive para establecer carriles exclusivos para buses.
De transporte masivo: Aquí radica el mayor porcentaje del éxito al dársele la mayor prioridad de paso. Habrá que invertir en la infraestructura de las rutas troncales e intersectoriales, principalmente del proyecto de Sectorización, permitiendo tiempos de viaje más cortos y mayores frecuencias. Solo así se promoverá el mayor uso del transporte público, generando además una opción para quienes quieran dejar el auto en las casas. Los que no, deberán entender que la congestión siempre seguirá avanzando. A nivel interurbano, la construcción del tren elevado es fundamental, convirtiéndose en columna vertebral de una ciudad gran metropolitana. Otros modos y tecnologías se seguirán estudiando.
Otras medidas obedecen a la visión urbanística de impulsar ciudades compactas y multifuncionales a efectos de lograr mayor cercanía entre la vivienda, el trabajo y la educación, integrar el ambiente natural, así como generar convivencia social. De no ser así, el caos vial llegará a situaciones desesperantes, las administraciones y los políticos no tendrán margen de maniobra, el transporte masivo perderá ante la informalidad, se buscarán soluciones cada vez más alejadas, arrastrando la problemática a límites ya insostenibles y los medios seguirán exponiendo el problema sin poder solucionarlo.
*Arquitecto
