El candidato presidencial Antonio Álvarez Desanti, y el exmandatario José María Figueres intentan dejar de lado los fuertes enfrentamientos que protagonizaron en la contienda interna, y sostuvieron ayer un encuentro en las instalaciones del Balcón Verde.
La reunión la retomaron, después de que el pasado 8 de mayo Álvarez cancelara el encuentro, tras la denuncia de Figueres de un “chorreo” de votos, en la convención liberacionista celebrada el 02 de abril.
Ambos buscan pasar la página de la confrontación, el candidato manifestó que “es clave la unión de todo el liberacionismo ante el electorado, incluida la incorporación de la tendencia Figuerista”.
Eso sí, mientras intentan reflejar ese acercamiento, lo cierto es Álvarez acepta a Figueres como decimos popularmente “de larguito”. Le aceptó ayer una agenda de trabajo, incluida la propuesta de que tenga apertura para los líderes de su tendencia, pero para el exmandatario de la República no le tiene espacio ni en su campaña, ni en su visualización de Gobierno.
Ante la consulta de DIARIO EXTRA, Figueres aseguró que respetará la posición del candidato, pero él seguirá recorriendo el país en apoyo al Partido Liberación Nacional (PLN)
“Yo la respeto (la decisión), él es el candidato, es el líder del partido, yo ayudaré en lo que pueda”, sostuvo Figueres.
Así las cosas, acordaron conformar dos equipos de trabajo, liderados por el exjefe de campaña Mario Quirós y por la hija del candidato, Andrea Álvarez. Las líneas de trabajo son el fortalecimiento de la economía social solidaria a través de un proyecto de ley, donde se realcen figuras como el cooperativismo; y el desarrollo de la energía solar, los biocombustibles y el gas natural.
También se propusieron acuerpar la convocatoria de una asamblea nacional, previo a las elecciones presidenciales, para renovar los estatutos del partido. También el desarrollo de una campaña austera, que deje al partido libre de deudas y más bien con reservas.
