Tras el fallido proyecto de la colocación de postes abatibles en la ruta 32, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) dio a conocer que tratará de ponerlos de nuevo.
Esto mediante un concurso en que las autoridades cambiarán las especificaciones en cuanto a la calidad de las estructuras y de los materiales para la demarcación, buscando que duren más.
Así lo expresó Cindy Coto, directora ejecutiva del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi), quien fue clara en que se replanteará todo el proceso de solicitud y evitar nuevamente entrar en algún litigio.
“Se va a hacer un replanteamiento de las especificaciones técnicas que se pidieron en los postes, condiciones que nos permitan asegurar de mejor manera que estos duren mucho más”, declaró.
El proceso se espera que inicie en las próximas semanas, luego de que se realice un informe y se envíe la nueva licitación, la cual empezaría desde cero, según explicó Junior Araya, director de Ingeniería de Tránsito del MOPT.
“Durante las próximas semanas estaremos remitiendo el nuevo proyecto al Cosevi, para que se dé inicio con los trámites de contratación necesarios para completar la obra”, dijo.
En esta nueva etapa, habrá tres aspectos fundamentales que se valorarán, la eliminación de los postes dañados o tornillos que queden, además de la demarcación necesaria y la colocación de las nuevas estructuras.
El proyecto de los postes abatibles sobre la ruta 32 ha sido uno de los más controversiales en los últimos años, debido a la mala calidad de los que fueron colocados inicialmente.
Sin embargo, Araya rescató su utilidad, inclusive aseguró que hay ciudadanos que les han solicitado se vuelvan a colocar sobre dicha carretera para mayor seguridad.
“No sé quién ha dicho que no sirven, porque en el tiempo que no se han repuesto hemos recibido solicitudes de los usuarios para que se coloquen de nuevo, pues han reducido los choques frontales y mejorado el tiempo de viaje”, sostuvo.
Cindy Coto fue clara que no se pagó en ningún momento por las obras que se realizaron antes, debido a que no se recibió conforme, por lo cual no se hizo gasto alguno por parte del Estado.
“Hay que ver si se ejecutará como presupuesto extraordinario o si lo meterán dentro del presupuesto ordinario (...) Ese dinero ha quedado como un superávit, por lo que se tiene que ver cómo se va a plantear”, expresó.
Mientras tanto, las autoridades están determinando los últimos detalles de la licitación y luego de esto que la empresa ganadora dé inicio con las obras para la colocación de los dispositivos.
La puesta de las primeras 2.000 unidades se realizó en junio del 2015 y menos de un año después más de la mitad requirieron ser cambiadas, lo que llevó a un litigio entre la empresa y el Estado por el fracaso del proyecto.
