Soy una mujer de 38 años. He tenido tres partos vaginales y no sé si será por eso, pero cuando voy a la playa a veces se me mete la arena en la vagina y a veces me genera ardor y picazón y me molesta cuando tengo relaciones. Esto me preocupa, porque el Jueves Santo vamos para la playa.
Las vacaciones en la playa exponen al cuerpo a un ambiente radicalmente diferente para el cual el organismo no está acostumbrado. El agua del mar y la arena de la playa tienen múltiples minerales, que son pequeños fragmentos de rocas, los cuales actúan como diminutos cristales que pueden generar erosión y malestar cuando se ponen en contacto con superficies corporales delicadas como los ojos, las paredes de la vagina y la misma cavidad oral. De igual manera, pueden provocar irritación en los pliegues de la piel, por ejemplo, en las ingles, las axilas, el surco interglúteo, que es el que está entre ambas nalgas, y debajo de los senos. Todas las mujeres, en mayor o menor grado, han presentado este tipo de molestias independientemente de si han tenido partos vaginales. Por eso, es muy buena la costumbre de bañarse al final del día, con el fin de eliminar la mayor cantidad posible de “sal” y arena. Cuando la irritación se extiende al área vaginal o genera molestias con las relaciones sexuales, se puede utilizar una ducha vaginal que solo contenga agua, para remover los residuos de arena que pueden quedar en la parte más profunda de la cavidad vaginal.
