Aún con el escenario minado en medio de una campaña electoral, el gobierno trata de maniobrar alguna bocana de aire para la discusión de nuevos impuestos, meta prioritaria de la administración Solís Rivera.
Tras el fracaso del proyecto Ley de Reforma al Empleo Público, bajo el expediente 19.506, el Ejecutivo confía en el avance de una iniciativa que imponga un tope a los salarios de lujo como una forma de complacer las peticiones de las bancadas de oposición.
“Hay tres proyectos presentados que se conocen en Asuntos Jurídicos, esperamos que se puedan concretar en uno solo”, sostuvo el viceministro de la Presidencia, Luis Paulino Mora.
Una iniciativa es del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), otra del Frente Amplio y la tercera del Movimiento Libertario.
La expectativa del gobierno es que de aquí al 30 abril, plazo en que cierra el periodo de sesiones extraordinarias, es decir cuando tienen la potestad de definir la agenda legislativa, el proyecto sea dictaminado.
Sumado a ello, el Ejecutivo crea uno nuevo que modifique el sistema de pago a los funcionarios públicos (ver nota adjunta).
Mora explicó que están claros que si no avanzan en estas reformas, no habrá espacio para los proyectos referentes al impuesto de ventas y renta, necesarias para reducir el faltante de plata en el país.
El Viceministro explicó que también es prioridad que antes del 1º de mayo se concrete el avance a la ley de regla fiscal, que básicamente establece “cómo regular los préstamos y la capacidad de endeudamiento del Estado”, explicó.
También detalló que centrarán sus fuerzas en la aprobación en segundo debate del proyecto que reactiva el impuesto a las personas jurídicas, el de puestos fronterizos y la reforma a Ley de Expropiaciones.
Además de un consenso para aprobar rápidamente cinco relacionados, por ejemplo, con temas de equidad y cobertura de comedores escolares.
