El barrio Sagrada Familia busca dejar atrás su estigma de zona peligrosa y conflictiva, mostrando un nuevo potencial de crecimiento urbanístico y renovación de áreas urbanas, el cual pretende otorgar una mejor calidad de vida a sus actuales y futuros habitantes.
DIARIO EXTRA realizó un recorrido por este popular barrio del sur de la capital, donde fue posible identificar los cambios que tanto organismos institucionales como la Municipalidad de San José, la Fuerza Pública y entes privados efectúan en la localidad.
La primera impresión resulta satisfactoria. La vía principal ya refleja cambios en el parque, el Estadio Municipal y las cuatro torres de departamentos que se construyen nuevas, a las que se suman otros condominios que brindan un panorama renovado en la zona.
Uno de los nuevos proyectos se llama Condominios Almendares, un proyecto de 156 departamentos que en su primera etapa ofrece 48 apartamentos.
El desarrollador del proyecto, Sergio Tijerino, resaltó los beneficios para la inversión en zonas céntricas como esta, que abren la posibilidad de repoblar la capital, ideal para muchas personas que deben desplazarse por largas horas para llegar a trabajar a San José.
Estos apartamentos, por ejemplo, se venden desde ¢40 millones en adelante. Están pensados, según los desarrolladores, para una pareja con un ingreso promedio mensual de ¢750 mil.
“La misma comunidad está contenta de estas inversiones, mejoran el aspecto del barrio y contribuimos para olvidar ese estigma que tiene Sagrada Familia de inseguridad, y todos los días lo vemos”, aseguró.
Si se adentra más en el barrio, dos torres más de condominios sobresalen de entre las casas y comercios. Se trata de Oasis de San José, que cuenta con 210 apartamentos, todos habitados. Otro es Torres de Monterrey, que aún tiene a la venta departamentos.
Muy cerca de ahí conversamos con Fiorella Blanco, representante de una popular venta de autos que tiene 15 años de estar en Sagrada Familia y quien resaltó que la construcción de los condominios dio un cambio visual positivo al lugar.
RENOVACIÓN
Por su parte, la Municipalidad de San José ejecuta mejoras en el Estadio Municipal de Sagrada Familia, por un monto cercano a los ¢200 millones.
Según comentó Bernal Vargas, jefe del departamento del Mejoramiento del Hábitat Humana, en el caso del reducto deportivo, se le está cambiando la gramilla a una sintética, renuevan los baños, los camerinos, las graderías, brindan agua potable, todo con el fin de que esté listo para cualquier competencia deportiva.
Esta renovación es fundamental para que la comunidad pueda vivir con más seguridad y comodidad los partidos del equipo de Sagrada Familia, que juega hoy en la liga de fútbol aficionado, pero tras 50 años constituye un símbolo con el que se identifican los sagradeños.
A ello se suma una moderna biblioteca, para la que se invirtieron ¢400 millones de colones, y que tendrá un centro de servicios municipales.
El parque de la comunidad, que se ubica frente al precario Gracias a Dios, también recibió atención y la instalación de un área de juegos.
Según Vargas, ya se tiene prevista una intervención del precario en conjunto con el Ministerio de Vivienda.
“Ya se tiene una lista de las familias que ahí viven, y lo que se busca es iniciar el proceso de erradicar el precario con la construcción de torres con soluciones habitacionales”, aseveró.
Se tiene previsto también la remodelación del salón comunal y la demolición del más antiguo, que se encuentra en muy malas condiciones.
NO SON COSMÉTICOS
Para los vecinos de Sagrada Familia, los cambios no son simplemente cosméticos. Así lo reconoce Ana Cristina Rojas, quien tiene ocho años de vivir en el barrio.
“Los cambios se ven muy bonitos, aquí se puede caminar con más tranquilidad, y la verdad no hay problemas desde hace mucho, por dicha”, afirmó.
Maira Vargas tiene 60 años de habitar en Sagrada Familia y, si bien insiste que los vecinos deben integrarse más, espera que los cambios colaboren para que los sagradeños se empoderen.
“Yo amo mi barrio, pero sí ocupamos retomar los espacios, que los dirigentes comunales se despierten y hagan su labor”, insistió.
La percepción de una mejoría en la seguridad es respaldada por el subdirector regional de San José de la Fuerza Pública, Francisco Cordero.
“En el caso de Sagrada, hemos sentido un cambio, porque ya no es necesaria la intervención que antes era constante, eso nos permite realizar un trabajo más preventivo en las comunidades, y que los vecinos no vean al policía como un agente represivo, sino como un amigo del barrio”, expresó.
Esa percepción se fundamenta también en cifras. Según la Unidad de Análisis Criminal del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), es posible constatar una disminución en los delitos cometidos en el barrio entre 2015 y 2016.
Por ejemplo, en 2015 se reportaron un total de 40 asaltos, cifra que disminuyó a 23 el año pasado. En el caso de hurtos (cuando no se produce violencia), contabilizaron 13 en 2015 y 10 en 2016.
En el tema de homicidios, el OIJ reportó 6 en el barrio en 2015, cifra que se redujo a cero el año anterior.
Los esfuerzos por convertir los barrios del sur en zonas más seguras y que permitan el repoblamiento de la capital también pasan por que los vecinos se empoderen más y se organicen en asociaciones.
CAMBIO PARA MEJORAR
• Esteban Suárez
Dueño panadería La Familia
“Mi negocio se ha beneficiado, porque todos vienen aquí y no son problemáticos y la seguridad ha mejorado”.
• Fiorella Blanco
Trabaja en Sagrada Familia
“Totalmente positivo, le dio un buen panorama al barrio y, aunque no vivo aquí, sí trabajo aquí, es como mi segundo hogar y la gente nos dice que se sienten diferente”.
• Luis Calderón
Unidad de Intervención Policial
“Ha sido un cambio bueno y sí han bajado los delitos, tal vez lo más difícil es el tema de las bandas organizadas, pero el tema de asaltos sí ha bajado considerablemente”.
PERIODISTA: Bharley Quirós Navarro
CRÉDITOS: Fotos: David Barrantes
EMAIL: [email protected]
Martes 28 Febrero, 2017
HORA: 12:00 AM
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