José Miguel Cubero, volante florense, echó el cassette atrás para recordar que estuvo muy cerca de firmar con Alajuelense este torneo. Todo estaba hablado y decidido, pero de última hora el tema económico frenó la negociación. Cubero no se arrepiente y si buscó una salida fue para contar con más minutos, ya que en el Team le toca alternar el rol de relevista y titular.
Pero está dispuesto a redoblar esfuerzos para abrirse un campo fijo en el once estelar. Además, afirma que en los tiempos de bonanza que atraviesa el club no va a querer irse luego de haber experimentado años atrás las penurias de no recibir un salario al día o que les pagaran por tractos.
¿Siente que ya recuperó el nivel que lo llevó a la Selección y al fútbol internacional?
-Sabía a la hora de firmar que a veces podía jugar y en otras no, pero el cuerpo técnico sabe que estoy para lo que ocupen, me ha tocado jugar 10 minutos en otros 90, hay momentos que uno sabe que no anda en buen ritmo, pero cuando se trata de hacer las cosas bien el técnico lo ve de buena manera.
¿Qué tan cerca estuvo de salir del club y ponerse la camisa de Alajuelense?
-Estuvo muy cerca. Al final se cayó porque ellos (directivos) tomaron otras decisiones en primera instancia. Cuando me lo hicieron saber a mí todo estaba preparado para ir un año a préstamo a la Liga. Uno es un jugador profesional y tiene que estar anuente a cualquier cambio. En ese momento pensaba tener un poco más de regularidad, no se dio por cosas que pasan y no se llegó a un acuerdo con la parte económica.
¿Consideraba necesario hacer un cambio?
-Me quedan dos años de contrato en el club, me siento contento, tranquilo, obviamente, y estuve aquí pasando necesidades, ahora que todo está bien no voy a querer irme, aquí no hace falta nada, la administración y junta directiva le dan al jugador todo lo necesario para cumplir en la cancha. Y ahora que todo está bien, en la parte económica, no me voy a querer ir. Pero para eso tenemos que demostrarlo, porque podemos ser muy compas y al final de cuentas lo que te evalúa es el día a día.
¿Es difícil asumir el rol de jugar a veces y pasarla en la banca?
-Eso es muy difícil, pero cuando te tienen como un jugador líder dentro de un camerino tenés que cumplir. Y cuando en algún momento se está ahuevado o achantado, como decimos, teniendo varias fechas de no jugar los compañeros lo vuelven a ver y uno tiene que reaccionar rápido y estar listo para cuando lo tomen en cuenta.
¿Cuánto espera ese llamado a la Selección?
-Es una pregunta muy difícil, porque usted hace todo al 100% pero ya no depende de usted, sino de un llamado, de la confianza que te pueda tener un técnico o no. Son cosas que se viven, soy un jugador con un poco más de madurez y entiendo eso. En mi familia me hacen la misma pregunta y me dicen que por qué no me voy a otro equipo para tener más regularidad, pero les respondo que me levanto todos los días en la mañana, hago las cosas lo mejor posible, pero son cosas que no dependen de mí.
