Un informe sobre la Evaluación de la Gestión del Área de Salud de Desamparados reveló que el Centro de Atención Integral en Salud (CAIS) Dr. Marcial Fallas perdió por concepto de citas no otorgadas un monto de ¢820 millones en los primeros 10 meses del año 2016. El estudio reveló además que el servicio de emergencias no cuenta con un espacio adecuado para atender a los pacientes para seleccionarlos y que es el mismo médico quien realiza la preconsulta lo que revela una gran carencia en el área administrativa y de organización.
El estudio elaborado por cinco profesionales del Área de Salud Central Sur identificó que el entonces director del CAIS Dr. Marcial Fallas concentró en su persona muchas funciones que debieron ser delegadas.
“Lo que se evidenció es que el trabajo estaba muy mal organizado, concentrado en una persona que no delegaba funciones por lo que las jefaturas no tenían ni voz ni voto”, subrayó Arturo Abarca, secretario de actas y afiliación de la Unión Nacional de Empleados de la Caja.
El análisis fue realizado en agosto del 2016, sin embargo, fue hasta esta semana que la gerente médica María Eugenia Villalta confirmó la separación temporal del director Héctor Araya, quien enfrentó el pasado lunes 3 febrero una huelga de los trabajadores, quienes pidieron a las autoridades dotar de más personal y ofrecer mejores condiciones de seguridad para el personal como para los asegurados ante los constantes ataques de los usuarios.
De acuerdo con el análisis, los médicos del centro médico evaluado no cumplían con el mínimo de consultas por hora, que están establecidas en 4 y los profesionales del CAIS Dr. Marcial Fallas atendían si acaso 3 en el caso de medicina general, mientras que en pediatría 2 consultas igual número en medicina interna y otorrinolaringología. Las especialidades que reportaron menos consulta por hora fue ginecología y oftalmología que atendían una consulta en promedio de 1,5 por hora. Dentro de las debilidades encontradas es que las reuniones técnicas administrativas correspondían a 5 horas mensuales por cada médico, sin embargo, en los libros de actas no se encontraron los temas que trataban, algunos estaban incompletos, porque no estaban todas las actividades realizadas y sólo incluían la lista de profesionales que asistían a las reuniones que eran los segundos martes de cada mes.
SUBUTILIZACIÓN DE CONSULTA EXTERNA
El análisis reveló que de enero a octubre del 2016 se subutilizaron 10.587 cupos, los cuales según el tarifario de la Caja se perdieron ¢238 millones en los primeros diez meses del año. Los cálculos se hicieron con base a que los médicos generales atienden por hora 4 pacientes con un costo de ¢21.917.
El monto de pérdida sube cuando se trata de la consulta de especialidades, al existir una subutilización 13.422 cupos de enero a octubre del 2016 lo que indica que se perdieron ¢582,7 millones si se toma como parámetro que una consulta en especialidad de acuerdo con el tarifario institucional es de ¢43.420.
Otras de las debilidades administrativas encontradas es que la unidad no posee conformado un grupo gestor local de listas de espera, no se realizaban las gestiones propias del grupo y tampoco se analizaban los comportamientos de espera en las diferentes especialidades.
“Desde noviembre del año pasado se le pidió a la gerente médica, María Eugenia Villalta que indicara cuáles eran las acciones administrativas que se realizarían en el CAIS de Desamparados”, destacó Arturo Abarca de Undeca,
quien espera que el relevo del doctor Araya permita una mejor gestión administrativa en pro de los asegurados y los funcionarios que laboran en el centro médico.
