El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) hizo una demostración de las capacidades de su unidad canina, la cual cuenta con 16 perros. Los canes trabajan para hallar rastros de sangre humana, restos de cuerpos y drogas. Al abordar una escena criminal, estos perros logran dar con un 100% de las pruebas e indicios antes que otros métodos científicos.
A pesar de no poder comprobarlo con certeza plena, se considera que Costa Rica es el único país en donde, para el abordaje crímenes cuyas escenas se presume hayan podido ser modificadas, la unidad canina trabaja de la mano con la de Biología Forense y la Sección de Imagen y Sonido. Esta labor ha logrado que en corto tiempo se logre completar el estudio del sitio de los hechos, facilitando el trabajo.
Según explica Tatiana López, técnica especializada en Biología Forense, la solución genera disminución en costos para el OIJ, ya que en pocas horas se puede hacer el trabajo sin necesidad de requerir vigilancia en el lugar, además que un mismo día se puede atender un trabajo en Alajuela y otro en Pérez Zeledón.
“Nosotros trabajamos con el can donde él nos dé la respuesta que esté dando positiva. Que es cuando él con su hocico indica y se sienta en ese lugar, es ahí donde nosotros vamos a aplicar el luminol (compuesto químico)”, declaró.
HALLAZGOS
Estos animales son capaces de hallar restos de sangre en un vehículo que haya sido lavado o pintado. Según López, se ha tenido casos donde no se cree necesaria la utilización de la unidad, sin embargo, se ha determinado que no se pierde nada con intentar y se han alcanzado resultados positivos.
“Por ejemplo cuando se dan atropellos con fuga, se hace la investigación y aunque el conductor haya lavado el vehículo, incluso a pesar de haberle colocado alguna cera, el can le va a detectar rastros de sangre. Así nos pasó en un caso donde se creyó que no había ninguna prueba, pero el perro la halló en las rejillas de la parte de adelante”, señaló.
Para el departamento de Biología Forense, la fusión con la unidad canina y su instructor ha sido una fortaleza para la atención de una escena de crimen.
TRABAJO PREVIO
Se contó con 6 meses de investigación para buscar y lograr métodos de trabajo, sin embargo, durante tal proceso surgieron muchas variables que retrasaron la operación 2 años.
“Cuando nosotros desarrollamos esta investigación, lo que se quería era dar una explicación científica comprobada de que por qué el perro en algunas ocasiones nos podría dar positivo y otras no. Sin embargo, para lograr esa prueba científica nos enfrentamos a muchas variables como si el lugar era abierto, cerrado o mixto, si era día o de noche. Otra de las variables era que si diluíamos la sangre en agua no en solución salina como usualmente se hace, ya que si lo hacíamos así incluíamos un olor más y lo que se quería corroborar era si los caninos detectaban la sangre u otra cosa”, declaró.
Desde enero del año pasado se ha implementado este trabajo en conjunto, el caso más viejo en el que se ha logrado resultados es de 3 años atrás, cuando dio positivo con el hallazgo de sangre humana.
Otros países como Colombia, se han visto interesados en conocer esta fusión para el abordaje de escenas o hechos criminales. Asimismo, se ha solicitado el servicio de la unidad canina del OIJ, en Panamá por ejemplo, un can logró hallar sangre debajo de un suelo en un hecho ocurrido hace 3 años atrás, según indicó el jefe de esta unidad, Alejandro Castillo Cerdas.
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CRÉDITOS: Fotos: Stephanie Sánchez
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Viernes 27 Enero, 2017
HORA: 12:00 AM
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