Unafut tiene la papa en la mano
Editorial
En tan solo 3 jornadas del campeonato de Verano 2017, el arbitraje vuelve a ser tema de conversación entre todos los involucrados en el fútbol nacional. Al cierre del torneo anterior los silbateros estuvieron en el ojo del huracán, y ahora otra vez vuelven a pasar por la misma situación.
Estamos claros en que nunca se dejará de hablar del arbitraje, pero en muchas ocasiones los soplapitos hacen todos los méritos posibles para que los critiquen con fuerza por su labor.
No es momento de ponernos del lado de un equipo u otro, tampoco de crucificar a los réferis por las decisiones que toman en el terreno de juego, ya que somos conscientes de que en muchas ocasiones puede ser un asunto de apreciación. Pero sí es tiempo de hilar más delgado.
DIARIO EXTRA dio a conocer tras la jornada 2 el horror del árbitro Adrián Chinchilla en el juego de Belén ante Herediano, donde el silbatero se olvidó de expulsar al jugador Randy Taylor tras mostrarle dos tarjetas amarillas; y así lo consignó en su informe final.
Con las pruebas en su poder, Herediano recurrió a lo legal, pidió la nulidad del encuentro, mismo que finalizó 1-1. Según los expertos en reglamento, el Team actuó de manera correcta, ya que eso es lo que procedía.
No obstante, los especialistas adelantaron que posiblemente todo terminaría en nada, lo cual no es correcto. La decisión de si el juego debe volver a efectuarse o no, está en poder de Unafut, ente que vela por el fútbol de la máxima categoría.
Los encargados de dar una respuesta ya evadieron un primer filtro, pues el Tribunal Disciplinario indicó que a esta dependencia no les compete dar un veredicto, y que eso lo deberá hacer el Consejo Director, es por eso que decimos que tienen la papa en la mano.
Está en ellos sentar un precedente. No es posible que un cuarteto arbitral se olvide de sacar de la cancha a un jugador que fue expulsado, el balompié costarricense ha sufrido lo suficiente como para mancharlo con algo así.
Unafut tiene la responsabilidad y la moral de enderezar el asunto, pero para eso ocupa valor, determinación y sobre todo muchos pantalones. Hubo un error que quedó patentando y no se puede dejar pasar por alto.
Que el hecho se presentara en el último minuto de juego no justifica nada, pudo ser antes, las reglas están para cumplirse y si eso no pasa hay que asumir las consecuencias, si una de ellas es repetir un partido; pues tendrá que hacerse.
Del árbitro no hay mucho qué agregar, su inexperiencia le pasó factura, aunque él firma el documento que lo culpa, es casi notable que no estuvo escrito por su puño y letra, lo hizo otro y pecó de confiado.
Adrián Chinchilla ya está pagando su fallo, debido a que no fue designado para dirigir ningún partido a mitad de semana, tampoco fue nombrado para la jornada que inicia hoy, pero eso no debe quedar hasta ahí.
Julián Solano, presidente de Unafut, y su equipo de trabajo deben mostrar ecuanimidad, criterio, sensatez y justicia. Tienen que olvidarse de las presiones y las críticas que ha lanzado el Team, para tomar la mejor decisión.
El Consejo Director necesita asesorarse bien, su decisión debe estar bien fundamentada porque ya quedó demostrado que en torneos cortos 1 punto decide mucho. Es cansado escuchar partido a partido los reproches hacia los árbitros, algo que no se logrará solo con ponerle multas ridículas a los jugadores o técnicos que hablen mal de un silbatero.
