Un viaje desafortunado
Alternativas
Esta columna era para hace dos semanas, antes del huracán Otto y la muerte de don Luis Alberto que ocuparon su lugar. Pero el tema es importante y no quiero dejar de referirme a él, adaptándolo a hechos recientes.
No me cabe duda de la importancia para ticos y nicas de mantener las mejores relaciones. Somos vecinos y lo seguiremos siendo. Nuestras familias están íntimamente entrelazadas por sangre y afinidad. Convivimos juntos. Compartimos riquezas y retos naturales. Nuestros mercados se complementan. Los nicaragüenses han encontrado desde hace muchas generaciones territorio propicio en nuestra patria para labrar progreso económico para sus familias. Los costarricenses hemos hallado empresarios visionarios y trabajadores laboriosos que nos han ayudado a construir riqueza.
He demostrado con hechos esta convicción. Cuando Nicaragua sufrió la devastadora acción del huracán Mitch mi gobierno le dio una amnistía migratoria a más de 150.000 hermanos nicaragüenses que estaban como inmigrantes ilegales en nuestro país, y les regularizó su permanencia.
A pesar de las dificultades que hemos sufrido con las restricciones a la navegación costarricense en su río San Juan, la invasión a la Isla Portillos y las pretensiones de nuestro vecino del norte sobre nuestro mar territorial, debemos seguir trabajando con empeño para regularizar nuestras relaciones con ellos, y para intensificar la colaboración entre nuestros países.
Como el que más admiro las bellezas naturales del Lago de Nicaragua y sus Isletas, de sus costas y ríos, de Granada, León y Masaya, y aún más la tradicional hospitalidad de las familias nicaragüenses. Me parece fantástico que muchos compatriotas disfruten del turismo en esas tierras. Ningún costarricense puede pasar inadvertida la grandiosidad de la literatura y la creatividad artística de nuestros vecinos.
Considero que debe aprovechar el Gobierno de la República las manifestaciones del presidente Ortega, de que su gobierno pague la indemnización que les corresponde por la invasión a la Isla Portillos y venir él a visitar al presidente Solís para mejorar nuestras relaciones oficiales. Pero de igual manera considero muy desafortunado el viaje a Nicaragua de un grupo de diputados costarricenses, invitados y con sus gastos pagados por el Congreso de esa nación.
Debemos mejorar las relaciones oficiales pero sin renunciar a nuestra obligación de promover la democracia y la libertad en América al amparo de los tratados y convenios interamericanos.
Para las elecciones recién pasadas el presidente Ortega parecía desde muchos meses antes, claramente encaminado al triunfo. Sin embargo antidemocráticamente manoseó esos comicios.
Primero el presidente Ortega anunció que no aceptaría observadores internacionales para esas elecciones, lo que cumplió.
Luego se despojó -por decisión de la Corte Suprema sometida al ejecutivo- de la representación del principal partido de oposición a su dirigente tradicional, entregándola a un amigo del sandinismo. Luego también se invalidó la representación de otro pequeño partido opositor.
Después se invalidó la candidatura presidencial del candidato por la Coalición Nacional por la Democracia dejando el camino despejado para una elección sin contendor real.
Posteriormente el Consejo Supremo Electoral anula la credencial de los 28 legisladores opositores electos en 2011 y se pone la cereza al pastel con nombramiento por el presidente Ortega de su esposa doña Rosario, como candidata a la vicepresidencia.
Como vecinos debemos ser prudentes en nuestras reacciones y respetuosos de la soberanía de Nicaragua. Pero en defensa de nuestro legítimo interés y de los derechos humanos de los nicaragüenses debemos ser vigilantes y activos en la acción de los órganos interamericanos frente a estos atropellos.
Muy a contrapelo de esa situación es una vista de diputados costarricenses al Congreso de esa nación, recién pasados los manipulados comicios.
¿Es democrático aceptar esa invitación cuando a sus colegas legítimamente electos se les cancela su credencial? ¿Es justo disfrutar de las bellezas de León, Granada y Masaya con el dinero de un pueblo cuya pobreza, aunque ha venido disminuyendo, representa el doble a la nuestra y cuyo ingreso per cápita es menos de una quinta parte del de nosotros?
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
EMAIL: [email protected]
Lunes 12 Diciembre, 2016
HORA: 12:00 AM
CRÉDITOS: Miguel Ángel Rodríguez
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