La celebración del “Día de los Muertos” en Costa Rica tiene una connotación distinta, en nuestro país difícilmente usted encontrará un altar donde se le rinde tributo a aquellas personas o seres queridos que ya no están con nosotros. No obstante, en el Instituto México en Los Yoses pudimos contemplar a plenitud como se realiza una ofrenda especial al mejor estilo azteca.
“La muerte tiene fiesta”, exposición donde se pueden contemplar los mejores ejemplares de cartonería, con calaveras, vestidos, fotografías y todo lo relacionado con este mítico tema. Esto nos permite entender un poco más como es que los mexicanos celebran el famoso “Día de los Muertos”, una fecha especial para los habitantes de esa nación y que pocos conocen en nuestro país.
“Los altares se componen de varias temáticas, acá tenemos un especial para Juan Gabriel, para los niños que fallecieron, una parte de creatividad y para aquellas personas que nadie las recuerda. Alrededor de la muerte hay muchas cosas, por ejemplo, el llevarle al difunto aquella comida que le gustaba, también utilizar personajes destacados”, dijo el doctor mexicano Luis Morayta, especialista en el tema y quien creo el altar en nuestro país.
MEZCLA CULTURAL
El altar y las ofrendas también implican una mezcla cultural por parte de sus creadores, ya que se utilizan algunos elementos propios de la cultura española y la mexicana. Es por ello que el aporte europeo está ligado con dulces, pan y las armas de quienes murieron en combate, a lo que tenemos que agregarle elementos aztecas que están llenos de originalidad.
“El objetivo de esta celebración es difundir la cultura mexicana en todas las regiones, el ‘Día de los Muertos’ es una de las celebraciones emblemáticas de nuestro país. Esto nos distingue de otros países, pero hay que tratarlo de manera especial porque puede ser un tema sensible, esto es como la conciencia de que el más allá es una conexión con este lado”, mencionó Arturo Valencia Ruiz, director del Instituto México en Costa Rica.
La fiesta incluye alimentos especiales, flores, frutas, colores, objetos que rodeaban a esa persona y cada cosa que lo hacía estar ligado a esta vida. Con esto se busca el gozo por ese ser querido que ya no está en este mundo, pero continúa presente en el corazón de sus allegados.
La exposición estará disponible hasta el próximo viernes 18 de noviembre en el Instituto México, la entrada es gratuita.
