¡Bravo, señores expresidentes!
Marcela Chacón
Definitivamente nuestro país puede jactarse de muchas cosas, entre ellas de la solidaridad que en gran cantidad de ocasiones mostramos a aquellos que en razón de la guerra, desastres naturales o acciones de gobernantes irresponsables o dictatoriales sufren atropellos a sus derechos humanos o pérdidas de diversa naturaleza.
Esta semana no fue la excepción y me llenó de orgullo que la totalidad de los expresidentes costarricenses que viven al día de hoy, hayan suscrito una nueva nota dirigida al Presidente Solís en la que, dejando de lado posiciones ideológicas y partidistas, solicitaron una posición firme al Gobierno de la República ante las barbaridades y atropellos que sufren los venezolanos desde hace ya mucho tiempo.
Somos conocidos en el mundo entero por nuestra trayectoria de paz y de una sólida democracia, por nuestra férrea protección de la vida humana, por nuestro amor a la naturaleza y a ese esencial Costa Rica que llevamos en nuestro ADN y por ello, quienes han sido nuestros mandatarios a lo largo de las últimas décadas se han empoderado como ciudadanos responsables y como abanderados de la defensa de los principios y derechos fundamentales del ser humano.
Ya en mayo habían manifestado su inquietud por lo que acontece en Venezuela y habían hecho un llamado de alerta en el que llevaban razón, pues desde entonces las condiciones en el país suramericano se han deteriorado rápidamente con violencia y encarcelamientos políticos, desarticulación de la Asamblea Nacional y el impedimento a la ciudadanía de realizar un Referéndum Revocatorio. A esto se unen los procedimientos irregulares para reemplazar a integrantes del Consejo Nacional Electoral y del Tribunal Supremo de Justicia y la gravísima orden girada a las Fuerzas Armadas de obedecer a pie de juntillas las directrices emitidas por el Poder Ejecutivo, Judicial, Ciudadano y Electoral.
Como bien lo indican los señores expresidentes en su carta del 24 de octubre, es hora de actuar con firmeza de conformidad con la Carta Democrática Interamericana y de dejarnos de temores. El limitar nuestra participación a continuos llamados al diálogo, sin que exista un compromiso real con los puntos medulares de los instrumentos de la OEA, no es suficiente para frenar la inmensa bola de nieve que no solo amenaza sino que ya desbarata el tejido social más profundo en uno de nuestros pueblos hermanos. Los expresidentes Arias, Rodríguez y Chinchilla han ido incluso más allá levantando la voz de forma valiente en distintos foros y ocasiones y espero que continúen haciéndolo.
Gracias queridos expresidentes; confiemos que sus palabras hagan eco en las más altas jerarquías del país.
