Las drogas no solo se apoderan de las calles sino también de los ticos
Editorial
Cuando se habla sobre el tema de las drogas, muchos pensamos que estas solo se relacionan con lo ilegal, pese a que todos sabemos que el licor y los cigarrillos están catalogadas también como tal, aunque a veces nos hacemos los desentendidos.
Es alarmante observar los resultados de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas realizado por el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) pues arroja datos con los que se puede decir, a ciencia cierta, que la droga no solo tiene tomada las calles, sino también la vida de los ticos, pues cada vez son más los que consumen estas sustancias.
Hay quienes consideran que el licor no es una droga, sin embargo, cabe recordar que sí está catalogado como tal y es la más consumida por los ticos, ya que muchos se escudan bajo el argumento de que es poco dañino.
Cuando se consume licor en exceso provoca que las personas asuman comportamientos anormales que en múltiples ocasiones las meten en serios problemas. Están aquellos que se ponen más cariñosos de la cuenta y se propasan con sus acompañantes, especialmente cuando les da lo que popularmente conocemos como el “guaro vaquero”, cuyas consecuencias a veces son insospechadas.
Entonces, decir que el consumo de esta sustancia no es dañino para la salud es una falacia, pues todos conocemos las consecuencias cuando se abusa del mismo, entre las que se incluyen la cirrosis y hasta la muerte.
Al problema hay que sumar también la edad de quienes lo consumen, la cual está disminuyendo cada vez más, por lo que ahora los más jóvenes se ven inmersos en el vicio. Muchos lo hacen como una forma de escape de los problemas, incluyendo la presión por los estudios.
Las estadísticas ubican las edades de mayor consumo entre los 20 y 39 años, precisamente en una etapa de la vida que se caracteriza por su gran productividad.
Entre los jóvenes muchos lo hacen simplemente para congraciarse con sus compañeros, para ser los más “cool” del grupo, sin considerar el daño que se están haciendo, pues al empezar a tan corta edad puede ser que en el futuro desarrollen una adicción que les afecte de por vida.
Otro punto sumamente preocupante en este tema de las drogas, es el gran consumo de marihuana que se está dando entre los costarricenses, sin importar la edad. Hoy es común llegar a cualquier parte del país y observar jovencitos y hasta personas entradas en años, enrolando en público un puro con toda naturalidad.
En el 2010, el 6,5% de personas de 12 a 72 años había probado la marihuana alguna vez en su vida; en el 2015 subió a 17,7%. Esto resulta sumamente alarmante, pues muchos luego de probarla quedan prendidos al vicio.
Hasta hace pocos años quienes tenían ese hábito lo hacían con cierta discreción, pero hoy la mayoría lo hace abiertamente, incluso ante la vista de los niños, con el pésimo ejemplo que eso conlleva.
De la mencionada encuesta al menos se rescata un descenso en el consumo de tabaco, que pasó del 20% en 1990, al 10% en 2015.
Esto en gran medida es producto de la Ley para el control del fumado, y las campañas preventivas del Ministerio de Salud, que dan una luz de esperanza ante las graves consecuencias en la salud que conlleva este hábito.
Esperamos que este comportamiento siga a la baja, al igual que con las otras drogas, para de esta manera tener un país más saludable y productivo, dando además un buen ejemplo a las futuras generaciones.
