La Cruz Roja Costarricense evaluará la capacidad de sus comités auxiliares mediante la realización de talleres conocidos como BOCA, por sus siglas en inglés, en los que cada base de la Benemérita podrá detectar, de forma práctica, sus debilidades y puntos a favor.
Además del objetivo antes mencionado, los talleres buscarán que se llegue a un consenso sobre las prioridades para mejorar el funcionamiento del comité auxiliar, y elaborar un plan operativo para fortalecer y mantener la capacidad de prestación de servicios, así como la capacidad de recuperación y resistencia de las comunidades.
“Este proceso es particularmente importante, primero porque parte del análisis de la realidad contextualizada al entorno en donde existe el comité y porque es realizado por sus mismos miembros. Los resultados iniciales de este gran esfuerzo nos permitirán no solamente clasificar las diferentes áreas de capacidad para definir prioridades de atención, sino que también nos permitirá entender con quién contamos; con qué nivel de compromiso abordamos la organización local y qué elementos de innovación, creatividad o resolución alterna podremos compartir con otros comités en similares condiciones”, apuntó Glauco Quesada, presidente de Cruz Roja Costarricense.
Con este fin, la Benemérita capacita a 33 facilitadores para que apliquen los talleres en todo el país.
En la entidad indicaron que el Taller BOCA evaluará cinco capacidades institucionales genéricas: capacidad de existencia, organización, relaciones de movilización de recursos, desempeño y crecimiento.