A Dios rogando…
Licda. Alicia Paz Barahona*
Éramos un país de idílica paz. Un país donde la bandera blanca ondeaba con orgullo en el corazón de todos. Un país donde pensar en volver a tener un Ejército era una aberración, porque en el país de las maravillas el Ejército eran los educadores.
Nuestra realidad es otra, ahora estamos en guerra contra el narcotráfico y seguimos desarmados. La necesidad de fortalecer la Policía no se limita a nuevas plazas, va más allá de eso, también hay que mejorar integralmente las condiciones de la Policía, salarios, capacitación infraestructura y armas adecuadas para combatir el flagelo que nos acecha. No se trata de militarizar al país, se trata de profesionalizar a nuestros policías para que tengan las herramientas para cuidar a la población y que logremos recuperar la paz.
Como bien lo señala el ministro Mata “se debe hacer un cambio en la visión de seguridad ante un fenómeno nunca antes visto en Costa Rica”, hasta ahí lleva razón el señor Ministro, pero aquí entra la politiquería barata, al poner como condición la aprobación del proyecto de impuestos a las personas jurídicas, cuya recaudación estaría destinada al fortalecimiento de la Seguridad Pública.
¿Y aquí entran en el escenario nuestros “respetables diputados” rasgándose las vestiduras ante tal amenaza y una se pregunta: ¿qué aportan? ¿Qué plan tienen?, ¿cuál es la propuesta?
El problema no se soluciona con la aprobación de un impuesto; la magnitud de la situación es seria y, como muchas cosas en Costa Rica, a los gobernantes los tomó de imprevisto.
O así lo aparentan. Que no se tome como pretexto el incremento del narcotráfico en el país para que los ticos paguemos más impuestos.
Los ricos no tienen ningún problema con el pago del impuesto, porque tienen con qué pagarlo, los pobres tampoco, porque no tendrán que pagarlo. ¿Quiénes pagarán?
No se puede improvisar a costas de los pequeños emprendedores que tienen una pyme y con costos logran pagar sus planillas, ¿será la clase media la que pagará la irresponsabilidad de este Gobierno? Supongamos que en el escenario que propone el Ministro se aprobara el cobro, me pregunto: ¿ se solucionará el problema? No podemos ser tan ilusos, insisto en que se necesita una estrategia integral y no una medida paliativa únicamente.
Es urgente que el Gobierno busque otra alternativa inmediata como cooperación internacional, sobre todo en el área financiera y logística.
Mientras tanto, hay que eliminar los abusos de algunos; que nos damos cuenta gracias a los medios de comunicación. Por ejemplo: un funcionario de AyA recibe salario y no asiste al trabajo porque está destacado en la oficina de un conocido sindicato. Otro funcionario de la alta gerencia de un banco estatal alega que no lo pueden despedir porque sin su salario de tres millones de colones no alcanza para mantener a su familia; y lo restituyen. Como decía mi abuelita: “¡A Dios rogando y con el mazo dando!”.
*Periodista
