Jacó, Garabito.– Francisco Castillo se despidió del Campeonato Continental de Boxeo Juvenil tras caer por decisión dividida ante el brasileño Michel Soares, pero eso no lo desanima para continuar por el camino que un día labraron su padre y abuelo, ambos llamados Julio Gerald.
Ellos le inculcaron desde pequeño la pasión por el boxeo, porque practica una disciplina que no es tan común en su natal Liberia.
“Ellos desde pequeñito siempre me inculcaron este deporte, además desde pequeño siempre me llamó la atención”, comentó el juvenil pugilista.
“Seguir los pasos de mi papá y abuelito significa mucho para mí, siempre se saca el tema a relucir en la familia y me apoyan mucho”, continuó.
Perder en su primer combate en el Continental le da más coraje para seguir adelante por sus objetivos. Reconoce que el rival fue mejor y lo motiva el haber caído por decisión dividida, lo que quiere decir que los jueces vieron una pelea pareja ante un país que por tradición saca muy buenos boxeadores.
“El boxeo siempre me ha gustado, es un deporte que no cualquier persona puede practicar, es un deporte que exige mucho, por eso me gusta bastante”.
Además, tiene su criterio del boxeo que lleva en la sangre: “Es un deporte que todo el mundo piensa que es violento, pero se requiere demasiada disciplina, no es solo violencia, sino que después de las peleas los boxeadores quedamos como amigos y no como enemigos”.
En Liberia se le ha complicado tener las facilidades para practicar el boxeo, pero gracias a su entrenador Regulo Eras ha salido adelante.
“Ha sido bastante difícil porque no muchas personas practican el boxeo, pero con mi entrenador don Regulo sacamos lo que podemos, él me enseña lo que sabe y en la parte física me ayuda Jessica Rodríguez”.
Por eso, antes del campeonato en Jacó le tocó separarse de su familia los últimos dos meses. Gracias al patrocinio de un hotel y del Comité de Deportes de Liberia se hospedó en la Capital para entrenar con la Selección Nacional al mando del cubano Ernesto Arroche.
También agradece a los profesores del I.P.E.C de Liberia, que le pasan la materia para que estudie a distancia. Francisco cursa el décimo año y entre sus metas está sacar la carrera de Ingeniería Civil o Mecánica.
El tema del estudio lo ve como una deuda pendiente con su madre Inés, al decepcionarla por perder un año en el colegio años atrás.
