El gremio de taxistas, que se resquebrajó después de la huelga del 9 de agosto, terminó de separarse. Ahora buscan dar la lucha contra el transporte ilegal desde sus respectivos grupos organizados. Es decir, están juntos, pero no revueltos; y cada quien jala para su lado.
“La Fenacootaxi (Federación Nacional de Cooperativas de Taxis) y Foro de Taxistas, nos imaginamos que seguirán en la lucha que han desplegado desde su casa. Nosotros en nuestra casa, ustedes en su casa, y Dios en la de todos” reza parte de un comunicado firmado por el dirigente Rubén Vargas.
El representante es el mismo que había declarado a DIARIO EXTRA que el taxista que no estuviera de acuerdo con sus acciones podía irse de la agrupación.
“Siempre que pasa un partido todos son jugadores. El que quiera que Rubén Vargas no lo represente, que me lo diga y que se vaya”, agregó el líder gremial en su momento.
¿TRAICIÓN?
Mientras tanto un líder de los taxistas de la Zona Sur, Marvin Fernández, emitió una carta donde se hace una serie de cuestionamientos ante una presunta reunión del regulador general Roberto Jiménez, miembros de la Cámara Nacional de Transportes de Costa Rica (Canatrans) y representantes del sector de taxis.
El Periódico de más Venta en Costa Rica habló con Fernández quien de entrada fue claro y conciso: “¿qué se negoció en esa reunión?”, dijo alegando que desde el grupo que representa (Fuerza Roja Unida) temen que hayan intereses ocultos “que vayan contra la lucha del transporte ilegal. (…) No me interesa lo que negocien los autobuseros, pero sí lo que nos afecte a nosotros como Fuerza Roja”.
Acorde con lo explicado por el excandidato a una diputación por un partido de transportistas, pocos días antes de la manifestación reciente de los taxistas, el regulador recibió en el despacho a los miembros de la cúpula de los distintos sectores ya mencionados.
“¿Quién y por qué medio se solicitó esa audiencia? (sic.); ¿Tenía usted conocimiento de quiénes llegarían?; ¿Quiénes llegaron y representando a qué organización constataron su asistencia? (sic.); ¿Cuál fue la agenda de la reunión?; ¿A qué acuerdos llegaron?”, son las preguntas que Fernández Beita hace a Jiménez.
Lo que Fernández dice es que él quiere que le expliquen por qué no le responden sus consultas desde Aresep y también planteó en conversación con este medio “por qué tengo andar mendigando las minutas, actas o información de lo que se habló en esa reunión, si es información pública”.
El Periódico del Pueblo intentó conocer una posición de la Aresep mediante su vocera, Carolina Mora, pero no se obtuvo respuesta a las llamadas telefónicas que se le hicieron.
Con la separación pública del gremio de los taxistas solo se confirmó que en la lucha contra el transporte ilegal nunca existió unión, mismo que Rubén Vargas aceptó desde el 9 de agosto.
“En cuanto a ese famoso divorcio no existe un divorcio: cada uno tiene su casa”, externó.
