El mito Americano
José Calvo
He visto la entrevista a Noam Chomsky sobre el final del mito americano: que es “de los harapos a la riqueza”, pasándole por encima a todos. Muy pocos llegaron a la riqueza, pero muchos alcanzaron la respetabilidad de clase media: sin plata no hay respeto.
Chomsky da su opinión en 10 puntos, uno de los cuales es “engeneering elections”, y sin la libertad electoral no hay democracia. Con la decisión de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos (empacada de republicanos derechistas), de eliminar el tope de las contribuciones de campaña, se entregan las elecciones a los multimillonarios que financian las campañas para la presidencia y el congreso: adiós democracia. Es una actitud suicida, si consideramos que el puesto de los jueces proviene del nombramiento del poder ejecutivo y la aprobación del legislativo, porque en una dictadura esto se hará más arbitrariamente.
Pero la responsabilidad es en última instancia del pueblo que lo permite. Todo el goteo que tienen los trabajadores en la sociedad industrial proviene de la acción sindical, y los sindicatos están de capa caída, con menos del 7% de los trabajadores afiliados; la gente se expresa mal de los sindicatos, lo cual forma parte de uno de los puntos de Chomsky: convencer a los trabajadores.
La clase alta está ganando la lucha de clases, como dice Warren Buffett. Tiene razón. Pero ¿qué están haciendo los trabajadores? ¡Nada! Están colaborando con su propia destrucción. Por eso es que pensamos que la única alternativa está en la revolución, que solo vendrá cuando la situación del pueblo haya tocado fondo, y en esto es más evidente la actitud suicida del 1%, porque son ellos quienes lo están provocando.
El mito americano es ir de los harapos a la riqueza pasándole por encima a todo el mundo, como hizo Oratio Alger, Sanuelillo Glick y el Great Gatsby. Es el “rugged individualism”. Es el paradigma de competir o morir. Eso tenía que terminar en la concentración de la riqueza en el 1% de la población: un requiem muy merecido.
A propósito del Great Gatsby, es cierto lo que Heminway le dio por respuesta a Fitzgerald de que los ricos son diferentes: tienen más plata, y la plata separa más que cualquier otra cosa.
La grandeza de la democracia americana, que Alexis de Tockeville observó basada en el gobierno local, se acabó con la segunda guerra mundial, que le pasó todo el poder al gobierno federal y convirtió al país en una superpotencia mundial.
