Sábado 18, Mayo 2024

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° San José, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Alajuela, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Cartago, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Heredia, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Limón, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Guanacaste, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Puntarenas, CR

Opinión

Ser anciano a la luz de la fe

Juan Luis Mendoza

Está demostrado que la intensificación de lo espiritual ayuda a mantenerse físicamente más fuerte, equilibrado y sano. A propósito, afirma Teilhard de Chardin que “mientras en el plano simplemente humano todo está perdido en los años de la vejez, en el mundo de la fe Dios realiza insensiblemente una misteriosa transformación del mal en bien; convierte las fuerzas de la decadencia en fuerzas de elevación”. San Pablo lo dice así: “Aun cuando nuestro exterior se desmorona, nuestro mundo interior se renueva día a día”. (2 Corintios 4,16). Lo que, al fin, ha de redundar en paz y dicha. 

A la vista está que la existencia individual, en gran medida, nos ha sido dada. Y a ver qué hacemos con ella y su incesante discurrir. Lo que corresponde, ante todo, es aceptarla. Y ahí está el secreto del verdadero bienestar espiritual. Y, consecuentemente, aceptar la ancianidad, esta etapa específica que a veces cuesta tanto sobrellevar, y todo lo que ello supone de agotamiento, debilidad, dependencia.

No quejarse, no lamentarse. Ver el aspecto positivo de lo que hemos vivido y hacerlo con gratitud, mientras se sigue haciendo lo que se puede. Y, como se ha dicho, “no se trata de dar a la vida años, sino a los años, vida”. Y dentro de esa “vida” está aplicar la sabiduría acumulada: sentirse sereno, comprensivo y tolerante, especialmente con los jóvenes y las novedades que van apareciendo; no irritarse por nada; seguir admirándose por las cosas buenas… Y nada de preguntas sobre el pasado que no vienen a cuento. Mientras se prepara la partida, poder decir con el poeta: “Partiré sin indagar el motivo de mi existencia misteriosa en este mundo”.

En todo caso, seguir viviendo hasta el fin aprovechando al máximo cada álito vital, haciendo el bien. Aquí las palabras de despedida de Gabriel García Márquez: “Si Dios me obsequiara/ un trozo de vida/ vestiría sencillo,/ me tiraría de bruces al sol/ dejando descubierto no solamente/ mi cuerpo, sino mi alma./ Dios mío, si yo tuviera un corazón,/ escribiría mi odio en el hielo,/ y esperaría que saliera el sol./ Dios mío, si yo tuviera/ un trozo de vida,/ no dejaría pasar un solo día/ sin decirle a la gente que quiero,/ que la quiero./ A un niño le daría alas,/ pero le dejaría que él solo/ aprendiera a volar./ A los viejos les enseñaría/ que la muerte/ no llega con la vejez/ sino con el olvido./ He aprendido que un hombre/ sólo tiene derecho/ a mirar a otro hacia abajo/ cuando ha de ayudarle/ a levantarse./ Siempre dí lo que sientes/ y haz lo que piensas./ Si supiera que ésta fuera/ la última vez/ que te vea salir por la puerta,/ te daría un abrazo y un beso,/ y te llamaría de nuevo/ para darte más”.

Es una buena motivación a aprovechar todas las oportunidades para hacer el bien, para dar amor. No dejar para mañana lo que se puede, y se debe, hacer hoy en las relaciones interhumanas.

 Todo ello irá colmando los últimos años que Dios nos dé de vida y contribuirá a mantenernos vigorosos, felices en lo que cabe hasta el final.

Nos va a ayudar mucho lograrlo si somos capaces de interiorizarnos más y más, dentro de ese espacio de silencio, sosiego y paz en que el anciano puede fácilmente sumirse, por su condición. Y desde esa interioridad ir a los demás. Lo expresa así Heschel: “Hay caminos en el alma por los que el hombre camina solo, sendas que conducen a la soledad. La vida no abarca tan solo la tierra cultivable, sino también las montañas de ensueño, subsuelos de dolor, torres de deseos”.

PERIODISTA:

EMAIL:

Sábado 23 Julio, 2016

HORA: 12:00 AM

Enviar noticia por correo electrónico

SIGUIENTE NOTICIA

ÚLTIMA HORA