Carretera Naranjo-Florencia: La salida de la punta sur no se discute, se defiende
José Rodrigo Rojas M.*
Cuarenta y siete años de lucha: Hay un referente histórico que es elemental mencionar en este análisis, en virtud del peso de prueba que añade a los hechos acreditados y a las evidencias legales, técnicas, económicas y políticas de que la punta sur de la carretera Naranjo-Florencia desemboca en San Miguel de Naranjo. En los primeros días del mes de mayo de 1969 el entonces diputado, y sin duda visionario, Don Lindbergh Quesada Álvarez presentaba ante la Asamblea Legislativa el proyecto de ley número 3801 para la construcción de una carretera moderna que uniera la Zona Norte con la Meseta Central. Siete meses después, el 3 de diciembre de 1969, el proyecto se transformó en la Ley 4476 de la República de Costa Rica, sellando constitucionalmente el camino para la construcción del corredor vial, sin duda la oportunidad más clara de generar desarrollo para las regiones Norte y Occidental del país. Bajo la tutela del Estado, a diferencia de contratos privados, esta vía buscará satisfacer el interés público y las necesidades de las comunidades que viven en su área de influencia directa e indirecta.
Aunque en teoría la ley garantizaba el respaldo del Ejecutivo, esta carretera ha recorrido un tortuoso camino burocrático, plagado de ineficiencia y des-planificación. Poco después de la rúbrica presidencial, de Don José Joaquín Trejos Fernández, el proyecto comenzó a entrabarse debido a los clásicos inconvenientes de la tramitología infértil y de las tretas políticas de las 12 Administraciones que han transcurrido desde la de Trejos Fernández. Los desacuerdos han adicionado contratiempos y una larga lista de pendientes legales, técnicos y económicos han aplazado aún más la obra. Sin embargo, y contra todo pronóstico, la Asociación Pro Carretera Florencia-Naranjo ha mantenido intacto el objetivo de que se construya esta vía, es de reconocer a este noble grupo de ciudadanos el hecho de que el proyecto esté actualmente más vivo que nunca.
El proyecto Carretera Florencia-Naranjo: El proyecto considera tres secciones funcionales, hay una salida o punta norte que va desde La Abundancia, en Ciudad Quesada, hasta el Distrito de Florencia. Este tramo actualmente está en construcción gracias a un empréstito otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La obra está a cargo del consorcio español APCA-Ceinsa-Tragsatec. La sección media es un trayecto de aproximadamente 29,7 kilómetros entre Sifón y La Abundancia. Este trecho es el más largo y cuenta con un importante avance en la construcción de los carriles, ya hay seis puentes y se continúa trabajando en muros de gaviones, muros de concretos, taludes y drenajes. El tercer segmento funcional es la salida o punta sur, es un tramo vial que une Sifón con San Miguel de Naranjo. Esta punta, sin discusión alguna, mantiene su diseño original de conectarse a la carretera Bernardo Soto en Naranjo, sin tener que pasar por ninguna otra ciudad. Es un tramo de aproximadamente nueve kilómetros que requiere financiamiento y diseño final de obras. Sobre esto se está trabajando y estaremos vigilantes para que el Gobierno Central tome las medidas que correspondan para cumplir con los compromisos de ley y financieros para completar la obra.
La punta sur y el desarrollo económico regional. Al margen de los detalles técnicos y financieros que están pendientes, esta contribución pone de manifiesto una serie de consecuencias positivas y encadenamientos de desarrollo regional que se derivarán de contar con una vía que conectará y dinamizará el progreso de las regiones Central, Occidental y Huetar Norte del país. La punta sur sin duda modificará positivamente el mapa vial nacional, será un puente que permitirá transportar bienes (productos agroindustriales) y servicios (movilización de turismo nacional e internacional) desde el Pacífico Central hasta el Caribe (por la ruta Vuelta Kopper-Chilamate), evitando pasar por el Área Metropolitana y la carretera Braulio Carrillo. Nuevos negocios, plusvalía de terrenos, ahorro en tiempo, reducción de costos por transporte y combustibles e incluso menos emisiones de gases de efecto invernadero son algunos ejemplos de las ganancias que se derivarán de esta carretera.
Ante el avance de obras en la punta norte y en el segmento central, es inevitable deducir que también se concretará la punta sur con salida en Naranjo. Este punto geográfico es absolutamente estratégico para la visión de desarrollo país en cuanto a nuevos empleos, negocios, mejor calidad de vida y un uso más eficiente del territorio. La cercanía de Naranjo con aeropuertos, puertos marinos, ruta 27, zonas francas, nuevos proyectos urbanísticos, malls y clústeres biotecnológicos en desarrollo, hacen de este cantón un polo de crecimiento emergente y respuesta al estrangulamiento y saturación socioeconómica y demográfica que se respira en la GAM, pero también de las aspiraciones ciudadanas a un nuevo proyecto familiar, acceso a la enseñanza pública o privada, derecho a un ambiente sano, mejores posibilidades de trabajo y a oportunidades de nuevos negocios. Todo esto y mucho más significan la nueva carretera, por eso la punta sur no se discute, se defiende.
La punta sur pertenece a Naranjo, así lo dice la Ley 4476, es un derecho que se ha defendido casi durante medio siglo. Es el momento propicio para que todas las fuerzas vivas, los grupos de jóvenes, las Iglesias, las asociaciones de desarrollo integral, los comités e instituciones del cantón, junto con el gobierno local, asumamos la cuota de responsabilidad y vinculación obligatoria que nos corresponde. Es mandatorio prepararnos, organizarnos y tomar acciones estratégicas inmediatas. De esta generación depende que el desarrollo próximo futuro de Naranjo transite por esa nueva vía.
*Ciudadano Naranjeño
