Desde hace tres años Fabio Vega interpuso una denuncia ante la Municipalidad de Bagaces por el peligro que corre su anciana madre, Amira Ruiz de 90 años, con cuatro grandes árboles que se ubican frente a la vivienda.
De acuerdo con Vega, el trámite ha sido tan engorroso que lo ha llegado a desesperar, pues primero la Municipalidad se declara incompetente de ver el caso y entonces el proceso se debió procesar en San José.
Luego ha sido una odisea que el abogado del Estado se presente al lugar para que valore lo dictado por el Ministerio de Ambiente y Energía, el cual recomendó derribar los cuatro árboles ubicados a cuatro metros del cauce del río Bagaces, 125 metros al oeste del parque de la localidad.
Los árboles se ubican en una reserva y son de las variedades guanacaste, saíno y laurel de la India, que alcanzan alturas de hasta 14 metros, representando un peligro para las personas.
Según un informe del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) de enero del 2015, suscrito por Henry Ramírez, la recomendación técnica es derribar los cuatro árboles por presentar riesgo de desplomarse. Además, muestran un deterioro progresivo; sin embargo, para que el proceso pueda concluir un representante del Estado debe estar informado.
Según un documento en nuestro poder, desde marzo de este año la Procuraduría fue notificada del proceso y después de cuatro meses el representante de la Procuraduría, de apellidos Barahona, no se ha presentado al sitio. Mientras tanto las familias de estos guanacastecos no están tranquilas por el peligro en que vive doña Amira.
Según el denunciante, las partes estaban convocadas para el 24 de junio, pero el representante de la Procuraduría pidió los cambios porque no tenía carro para ir hasta el sitio y luego por la lluvia.
“Es precisamente, en estos momentos de lluvia, que tememos que los árboles caigan sobre la casa”, subrayó el denunciante.
