Tras lograr el ascenso a la máxima categoría con el conjunto de San Carlos, el técnico de los norteños, Geiner Segura, reveló que en su momento debieron pasar situaciones complicadas para mantenerse a flote.
Una de las anécdotas que más llamaron la atención fue que debió empeñar los anillos de matrimonio para cumplir con algunas responsabilidades económicas. El estratega cuenta que la idea fue suya, y le tocó convencer a su esposa Vanessa Jorge.
Explicó que él estaba estudiando para sacar las licencias de entrenador, su compañera también ese encontraba en la universidad cursando la carrera de nutricionista y su madre tuvo una enfermedad por la cual fue hospitalizada.
En medio de tanta congoja y aprietos tomaron la decisión de empeñar las joyas. “No era fácil, principalmente para mi esposa, esto debido al valor sentimental que tienen los anillos de matrimonio, pero yo le dije que ya no podía más, que estaba desesperado. Lo que ella no sabía era que nunca los íbamos a poder recuperar”, dijo Segura.
No obstante, el matrimonio Segura Jorge recibió una grata sorpresa. “Tenemos un amigo que tiene una joyería en el mercado de San Carlos, ayer (miércoles) me llamó y me dijo que pasara con mi esposa, que él tenía ahí varios anillos que me podían servir. Fuimos y cuando le dije que si me los daba a pagos o cómo, él me dijo que era un obsequio por la alegría tan grande que tuvo el pueblo de regresar a la Primera División”, adujo el estratega.
POR EL ESTUDIO
Geiner insistió en que la salida al apuro económico de aquel entonces no se debió a nada más que la lucha de él y su esposa por profesionalizarse, pues cuando se casaron en el año 2000 ni tan siquiera lo tenían en mente.
Afirma que ahora todo empieza a tomar el rumbo deseado, pues Vanessa ya se graduó, tiene su código y puede ejercer, incluso es la nutricionista del equipo. Mientras que él cumplió con todos los cursos y tiene lo que se le exige para dirigir al más alto nivel.
“Uno hecha el casete para atrás y recuerda muchas cosas. Hubo un tiempo en que nos limitamos hasta de salir a comer un fin de semana, las vacaciones de mis hijos las pasábamos en la casa, no había dinero como cuando era jugador. Pero nunca fui desperdiciado, tengo mi casita en Pérez Zeledón”, apuntó.
A modo de mensaje, señaló que nunca es tarde, y que con mucho esfuerzo todo se puede lograr en la vida. Sin embargo, mencionó que si hubiera pensado en los estudios desde antes, tal vez no habría pasado tantas necesidades.
Afirmó que no ha dejado de recibir muestras de cariño por parte de la afición sancarleña, la cual está más que motivada con el retorno a la categoría de honor. Dijo que por ahora el paso a seguir junto a su esposa es asistir a la iglesia y llevar a bendecir los nuevos anillos.
PERIODISTA: Andrés Zárate Sánchez
EMAIL: [email protected]
Viernes 01 Julio, 2016
HORA: 12:00 AM
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