Agobiado por la situación económica y de ver a su familia pasando penurias, el delantero Marco Julián Mena tomó la decisión de colgar los tacos y buscar un trabajo.
Las puertas se le abrieron en un taller de soldadura. La ocupación era lo de menos, lo importante al final de cuentas era llevar el sustento diario al hogar.
Durante seis meses el artillero se alejó de las canchas y se aguantaba las ganas de regresar con tal de que su esposa e hijo tuvieran qué comer.
Hasta que un día la luz del fútbol le volvió a brillar y no dejó escapar la oportunidad.
“Recuerdo como si fuera ayer los momentos complicados que pasamos, con salarios atrasados, queríamos ser campeones para ver si nos acomodábamos económicamente y no se nos daba. Todavía la situación se hizo más difícil, pero el tiempo de Dios es grande. Supimos sobreponernos a todas esas situaciones y hoy estamos celebrando”, apuntó Mena a DIARIO EXTRA.
Fueron semanas complicadas lejos de las canchas, que es donde le gusta estar, pero tenía que sacrificarse.
“Pude superar ese amargo momento por mi familia, mi señora, mi hijo, fueron los que me ayudaron a sobreponerme de esa situación tan difícil, y a personas que me ayudaron a regresar, que me solventaron la situación económica”.
Recuerdos de aquellos convulsos momentos le pasan por la mente a Mena al verse campeón de la Liga de Ascenso.
“No me arrepiento de haber venido a segunda porque sentir la satisfacción que siento en estos momentos, no la cambio por nada. Es bonito saber que logramos el propósito, porque una institución como San Carlos no puede estar en Segunda División, con la infraestructura que tiene”.
El futbolista al igual que el resto de compañeros espera que la situación financiera en el club mejore con el ascenso a la división de honor.
“En primera la situación económica mejora bastante, nosotros hicimos lo nuestro en la parte futbolística y en lo económico le toca a la junta directiva ayudarnos”.
