En el embarazo muchas mujeres se obsesionan para no aumentar de peso, además no toleran los cambios corporales que conlleva esta etapa, sin embargo, la mayoría niega que pasan por situaciones así y pocas saben que posee un nombre: pregorexia.
Para gran cantidad de féminas, aun las que se cuidan y dan un lugar importante a la imagen, el embarazo se asemeja a una luna de miel, ya que nadie juzga si se come de más o si se ingiere uno que otro antojito de esos tan comunes en ese momento.
Según Ileana Chaves, psicóloga y especialista en manejar trastornos alimenticios, la pregorexia es caracterizada como un culto obsesivo por la apariencia y el peso durante el embarazo; mucho más por el marco en que la sociedad se encaja, en ser totalmente esbeltas y curvilíneas, lo cual obliga a las embarazadas a sentirse y verse de esa misma manera antes, durante y después del proceso.
“Generalmente para las mujeres que padecen esta patología, quedar embarazadas implica un estrés enorme, sobre todo para las que ya tienen problemas con la alimentación o han padecido de anorexia y bulimia en algún momento de su vida, donde la ganancia de peso y los cambios corporales que acompañan al embarazo no son tolerados por ellas”, afirma la psicóloga.
También apunta que muchas veces no tienen conciencia sobre los riesgos reales de la desnutrición durante la gestación, niegan tener problemas, cuentan obsesivamente calorías, comen solas para continuar con sus comportamientos riesgosos, saltean comidas y realizan ejercicios excesivamente.
“Dentro de los riesgos que lleva esta práctica son en principio la anemia, la cual se asocia a menor inteligencia y desarrollo cognitivo de los bebés, mayor riesgo de padecer diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares durante la vida adulta, retraso de crecimiento intrauterino, malformaciones y en casos muy graves la muerte, para la madre la aparición del cansancio, tristeza y baja energía es lo más común en estos casos”, explicó Chaves.
Para la familia es fundamental estar atenta con las mujeres que hayan padecido problemas de conducta alimentaria durante la adolescencia o que estén en tratamiento, pues esto se presenta generalmente en personas con trastornos previos o con intensas distorsiones de la imagen corporal.
La buena noticia es que esta situación tiene tratamiento, si bien es complejo, un seguimiento y una terapia adecuada pueden ayudar a la mamá y al bebé a llegar sanos y salvos al momento de conocerse.
Síntomas de alerta
• No hablan del embarazo como si fuese real
• Cuentan obsesivamente las calorías
• Se saltan comidas
•Entrenan excesivamente
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
CRÉDITOS: Mariana Rivas Chaves
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Lunes 27 Junio, 2016
HORA: 12:00 AM
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