Los precios del arroz y sus inexactitudes
Eliécer Araya y Eduardo Rojas
El señor Mike Stiles, autor del artículo “Los precios del arroz y unos detalles” (DIARIO EXTRA 06-06-2016), asegura que las presentaciones comercializadas en Estados Unidos, obedecen a un 96% grano entero, dato inexacto al suprimirse en dichas marcas esta información al consumidor. En Costa Rica esa omisión es sancionada por el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC).
Afirma el señor Stiles, que el precio del arroz en los supermercados de EE.UU. depende de la cantidad que se comercializa. Sin embargo, no menciona la existencia de presentaciones a un costo de hasta ¢3.000 el kilogramo, muy común en arroz tipo gourmet grano largo, precio inaccesible a un consumidor tico.
Para el agroindustrial costarricense la diferenciación del precio por kilogramo, en cada presentación, está relacionada con el procesamiento, según el porcentaje de grano entero, que incrementa el costo de producción industrial por asociarse a un proceso más lento y especializado. Esta diferenciación científicamente comprobada, técnicamente fundamentada por la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz), y oficialmente comunicada al MEIC, define que los precios de las calidades superiores sean mayores.
El autor menciona que la producción arrocera en EE.UU. está asociada con la labor familiar y que sus miembros por lo general intervienen en el proceso productivo, reduciendo los costos, según el modelo de la Universidad de Arkansas. En Costa Rica también son miles las familias dependientes de la actividad arrocera, ubicadas en zonas rurales de mayor pobreza y desigualdad, y en el Modelo de Costos de Producción costarricense, están integradas las actividades económicas, en las que incurre un agricultor para producir una hectárea de arroz. Este modelo de Costa Rica, uno de los países más caros de Centroamérica, está alineado con los costos reales de la producción nacional, actualizados periódicamente bajo estrictas normas procedimentales.
Insiste el articulista en la comparación con Uruguay, un país conocido por sus altos rendimientos y estándares de calidad, gracias al apoyo del Gobierno a sus agricultores, que acuden hoy a fideicomisos para sobrellevar la actividad. Uruguay, con rendimientos más altos de América Latina, no ha escapado a la nefasta volatilidad de los precios internacionales, que complicó la situación financiera, y que paradójicamente a pesar del éxito productivo en arroz, sus productores están hoy al borde de la quiebra.
La finalidad de Conarroz la define su Ley 8.285 y trasciende la parte económica, al crearse para proteger la actividad en Costa Rica, con una misión encomiable, y el compromiso de proteger la producción, como un proyecto país para beneficio del consumidor.
No nos extrañan estos ataques inexactos al sector arrocero, provenientes de mentes neoliberales, como las del autor, que miran la paja en el ojo ajeno sin ver la viga que está en el de ellos.
*Voceros de Conarroz
