Caja exige documentos que dejaron de existir
Lic. Gerardo Morales
CONSULTA: He pasado por algo increíble con la atención de la Caja. Resulta que me surgió una alergia, que podría ser conjutivitis o algo contagioso. Como trabajo en un lugar cerrado, un call center, hablé con mi jefe, quien me pidió que fuera a la Clínica del Seguro, para que me hicieran un dictamen que indicara mi padecimiento. Ese día, que fue el lunes, me levanté temprano, me fui a la Clínica de la ciudad de Heredia, solicité cita, y quien me atendió dijo que tenía que llevar un comprobante de mi domicilio, de la Empresa de Servicios Públicos de Heredia, pues ese recibo me servía de prueba. Me vine a la casa, imprimí dos recibos, pues ahora se envían por Internet, bajo la política cero papel. Volví a la Clínica del Seguro, y nuevamente me rechazaron, porque tenía que ser el “recibo verde” de la Empresa. Le enseñé a la recepcionista y me dijo que era solo con “recibo verde!”. Le indiqué que ese recibo no se entrega desde hace un año, y me insistía en que no me podía incapacitar. Pero yo no iba por una incapacidad, sino por un dictamen de que mi padecimiento no era contagioso. Perdí la mañana, pagué taxis para arriba y para abajo, porque esa esforzada empleada desconoce que ya las oficinas de servicios públicos dejaron de usar papel. Me enfurece que sean tan descorteses e ignorantes, pues me decía que ella no podía perder su tiempo entendiendo lo que nunca entendió, pero mi tiempo laboral sí se perdió, y pago cien mil colones por mes, para que esa señora reciba su salario.
RESPUESTA: Hace como 3 meses, tuve que concurrir a la Sucursal de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz, a formalizar el cambio del sistema de cobro, porque se eliminarían los recibos de papel. De ahí en adelante, el recibo me llega a mi correo electrónico. Acueductos y Alcantarillados eliminó los recibos hace más de un año, y todo bajo el propósito de eliminar el papel, y ayudar a proteger el ambiente. Este ha sido un programa altamente publicitado, pero en el caso de comentario, parece que no hay capacitación ni información. Creo que muy pocos trabajadores van a una clínica por placer, para hace perder el tiempo al esforzado personal administrativo y médico, Pero es el colmo que a un usuario, le limiten sus derechos, al pedirle documentos que están dejando de existir en las relaciones de servicio del ciudadano. Los altos salarios de la Caja, deberían justificar un trato con información básica actualizada, y basada en la solidaridad social, pero no la de la publicidad, sino la de cara a cara.
