La propuesta del Banco Central de Costa Rica (BCCR) para cambiar el esquema de inversión tiene aterradas a las asociaciones solidaristas, así lo consignó el presidente de la Asociación de Empleados de la Caja Costarricense de Seguro Social (Aseccss), José Luis Valverde, quien representa una de las más grandes del país.
“Por un lado se pregona la economía social solidaria y por otro se está matando a las organizaciones que están cumpliendo desde hace varias décadas con estos postulados; de tal manera que nosotros no entendemos ese doble discurso.
Me parece que eso le resta credibilidad al Gobierno de la República”, subrayó Valverde, quien detalló que en 2015 Aseccss entregó al fisco ¢1.400 millones por concepto del 5% a los excedentes, con lo cual se puede cubrir la totalidad de los salarios a los miembros de gabinete y los presidentes ejecutivos durante un año.
Según Valverde la propuesta del central es un ataque más al sector solidarista.
TASA HAMBRE
La propuesta del Banco Central afectaría a las organizaciones porque según Roberto Ureña, gerente de Aseccss, busca pagar una tasa de interés menor a la reserva de inversión que por ley deben tener, la cual en el caso de ellos asciende a ¢20 mil millones.
La iniciativa del BCCR afectaría directamente a los 38 mil afiliados de la asociación porque implicaría que recibirían menos en excedentes cada año. "Se habla de economía social solidaria por parte del Gobierno de la República y algunos diputados han ido a ver experiencias en Europa, porque es muy fácil y bonito andar viajando, cuando la realidad de éxito la tenemos aquí, con el movimiento solidarista", dijo Valverde, quien considera que la voracidad fiscal de este gobierno resultará en una economía social lapidaria.
"El tema de la reserva de liquidez propuesta por el Central viene a afectar los programas de educación, vivienda y salud de nuestros afiliados”, subraya el gerente Ureña.
Asimismo detalla que el BCCR quiere administrar la reserva de inversión bajo un modelo a la vista con una tasa inflacionaria que casi sería negativa, lo cual significa menos recursos para los programas de mejoramiento de calidad de vida de sus asociados, esto representaría ¢1.000 millones menos, en caso de que la propuesta sea aplicada.
El padre Claudio Solano, representante de la confraternidad de asociaciones solidaristas, manifestó que la voracidad fiscal, la poca sensibilidad social hace que el Banco Central tenga un problema óptico y visualice los montos de los recursos del solidarismo como si se tratara de una empresa.
De acuerdo con Solano, el BCCR no tiene la capacidad para entender que ese capital es el resultado del esfuerzo de los trabajadores capaces de ahorrar, que posponen su gasto y lo guardan en una asociación; los recursos son la suma del empeño de las familias costarricenses para un mejor futuro.
"De otra manera le están ayudando al gobierno para contribuir a la distribución del bien común", concluyó Solano.
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CRÉDITOS: Foto: José Venegas
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Lunes 13 Junio, 2016
HORA: 12:00 AM
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