Otto Guevara y el impuesto del 0,02%
Ricardo Salazar*
Cada vez estoy más convencido de que la historia de Otto Guevara y su legendaria demagogia en la política costarricense trascenderá el tiempo y será relatada de generación en generación, durante siglos y siglos hasta que el calentamiento global termine por acabar con la especie humana.
La Real Academia Española define el término “demagogia” como la ‘degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder’. Dicho de otra forma, ser un demagogo significa manipular la opinión pública mediante discursos, juegos de palabras y verdades a medias, que apelan al sentir popular e intentan convencer a la gente de pensar de una u otra manera, aparentando querer defender los intereses del pueblo, en lugar de los propios.
Ahora bien, ¿qué pasa cuando se estira tanto la demagogia que ésta se lleva a niveles exorbitantemente ridículos y por ende se evidencia la falsedad e hipocresía detrás de un discurso? No hay mejor forma de responder a esta pregunta que con un ejemplo de reciente factura. A mitades de mayo elmundo.cr publicó un artículo titulado “Gobierno busca poner un impuesto por cada transacción mayor a ₡100 mil”. En principio uno podría sentirse escandalizado o hasta indignado por dicha noticia. ¿Cómo es posible que el gobierno me quiera cobrar a mí por hacer transacciones bancarias mayores a 100 mil colones? Pero hay un detalle determinante que estamos obviando: ¿de cuánto dinero estamos hablando? Definitivamente mi nivel de indignación será proporcional a la cantidad de dinero que quieran cobrarme. Entre mayor cantidad de dinero, mayor será mi indignación.
El artículo menciona que ‘se establece un impuesto del 0.02% sobre el monto total de cada movilización financiera mayor a cien mil colones realizada por medio de Sinpe’. Esto significa que por cada 100.000 colones, a usted le estarían cobrando 20 colones de impuesto. ¿20 colones por cada 100 mil? De repente ya no me siento tan indignado. Lo que sí me provoca indignación y hasta pena ajena es leer las declaraciones de Otto Guevara al referido medio con respecto a este proyecto de ley: “Ese proyecto empobrecerá más a los costarricenses. Otra de las consecuencias de esta propuesta del Poder Ejecutivo es la desbancarización de muchas personas, ya que con tal de economizarse el pago de este tipo de impuestos utilizarán más transacciones en efectivo o guardarán sus dineros en las casas y harán sus pagos de contado sin recurrir al Sistema Financiero. Esto es una intentona más de este Gobierno de empobrecer a los costarricenses. Los libertarios siempre estaremos en contra de más impuestos”.
¿Esta reacción se debe al cobro de 20 colones por cada 100 mil? Se me vienen a la mente palabras como ‘exagerada’ o ‘desproporcionada’ para describir tal verborrea, pero creo que ambos términos se quedan cortos. Las únicas personas que podrían sentir que están pagando sumas considerables de dinero en la forma del cobro de este impuesto, serían las que están en capacidad de hacer transacciones del orden de 100 millones, por poner un ejemplo. Una transacción de 100 millones de colones, según este proyecto de ley, implicaría un cobro de 20 mil colones como impuesto.
Para este punto, sólo me queda hacerme dos preguntas:
¿A quién está verdaderamente defendiendo don Otto, al trabajador de clase media o al multimillonario dueño de la mitad del país? Y, en dado caso de pasar esta ley, ¿cuánto podría verdaderamente afectarle el pago de 20 mil colones de impuesto por transacción, a una persona que está en capacidad de realizar transacciones por 100 millones de colones?
Saque usted sus propias conclusiones; yo ya saqué las mías.
*Ingeniero civil
