Un equipo unido, entrega, garra y corazón fue la fórmula que utilizaron los jugadores la Liga Deportiva Alajuelense para avanzar a la final y dejar en el camino al Deportivo Saprissa en su propio campo.
Los rojinegros tuvieron una noche soñada en La Cueva, donde la entrega en los 180 minutos de la serie fue la clave para regresar a una final del fútbol nacional.
“Con garra y corazón hemos jugado los dos partidos. Contra todo, contra cualquier pronóstico demostramos que somos la Liga y que estamos para grandes cosas. Dimos un paso y ahora a enfrentar una final que será igual o más difícil”, dijo el capitán Pablo Gabas en medio del festejo de sus compañeros.
Para el defensor Kenner Gutiérrez el plantel demostró mucho orden táctico en los juegos y supo golpear a los morados en momentos claves del clásico nacional.
“Creo que hicimos un gran partido, era un juego de pequeños detalles, lo cerramos, fuimos ordenados, contundentes frente al marco y de ahí el resultado. Esto es de todos, nuestras familias que nos han acompañado, no hay que celebrar porque falta la final”, comentó.
Los manudos también reconocieron el esfuerzo de los morados, pero afirman que el trabajo en grupo es la principal fortaleza de un cuadro que se ha sobrepuesto a muchas adversidades.
“Saprissa es un gran cuadro, fue un juego complicado, pero el equipo somos una familia y ahora a esperar la gran final”, aseguró el goleador rojinegro José Guillermo Ortiz.
