Hasta ahora las máquinas, técnicamente denominadas ROV (siglas de vehículo operado remotamente) o AUV (vehículo submarino autónomo), eran patrimonio casi exclusivo de los centros de investigación y se fabricaban individualmente y bajo especificaciones "a la carta".
Dentro de poco los interesados en explorar ríos, lagos y mares desde adentro y trabajar e investigar en estos entornos sumergidos dispondrán de la primera generación de drones acuáticos producidos en serie y para una amplia gama de usuarios.
La empresa OpenROV de Berkeley, California, lanzó el Trident, un dron subacuático de bajo costo y para todo tipo de usuarios.
Según sus diseñadores, esta máquina aspira a democratizar la exploración del océano. Es lo suficientemente simple como para conectarla y operar al instante y, al mismo tiempo, lo bastante avanzada como para utilizarse en investigaciones científicas.
“VOLANDO” BAJO EL AGUA
Su desarrollo comenzó en 2012, cuando los cofundadores Eric Stackpole y David Lang intentaron poner en marcha una expedición para encontrar el oro perdido en una cueva submarina y se dieron cuenta de que no había en el mercado ningún ROV submarino asequible, ni para los ciudadanos, ni para los científicos o especialistas.
El Trident pesa menos de 3 kilos, cabe dentro de un bulto o debajo de un asiento de avión, puede sumergirse hasta 100 metros de profundidad y alcanza una velocidad de 2 metros por segundo.
Este vehículo tiene una forma hidrodinámica que le permite moverse de forma rápida y precisa bajo el agua, mientras envía las imágenes de video que capta en directo a la superficie, a través de un delgado cable de decenas de metros de largo, que tiene una flotabilidad neutra (no se hunde ni sale a la superficie), ase
PERIODISTA: Alejandro Fonseca
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Lunes 22 Febrero, 2016
HORA: 12:00 AM