Identidad de género
Ligia Fallas Rodríguez*
Las sociedades humanas, entre otras cosas, irrespetamos la diversidad en todas las expresiones. Constantemente imponemos modos de comportamiento y reglas morales que no riman con la identidad de género.
En medio de nuestras sociedades tan opresoras, muchas personas decidieron apartar sus vidas de las etiquetas, estereotipos y normas.
La población trans son personas que se diagnosticaron como hombre al poseer órganos reproductivos masculinos, pero se sienten y se asumen como mujeres. O bien, personas que se sienten y asumen como hombres a pesar de nacer con órganos reproductivos femeninos.
No obstante, el hecho de vivir en el género que nacieron y no con el que se encuentran identificados, revela una incongruencia en el documento de identidad utilizado para presentarse en espacios sociales, políticos, educativos y laborales.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos dictaminó que la negativa de un Estado a modificar el certificado de nacimiento de una persona para que en él conste el género elegido, constituye una violación del artículo 8 y 11 de la convención.
Se exige por tanto que los Estados miembro reconozcan legalmente el cambio de género de las personas trans.
Contradictoriamente al respeto que se exige hacia la identidad de género de la personas, en la mayoría de países de Latinoamérica y diferentes partes del mundo la población trans vive bajo el irrespeto, la falta reconocimiento y una desigualdad vergonzosa.
Por ejemplo, cuando una persona trans usa la cédula de identidad, la licencia, el carnet de seguro médico, un certificado de estudios o participa en un proceso de selección de trabajo o cédula de identidad se especifica en estos documentos el sexo registrado al nacer.
Por esta razón, presentamos en conjunto de la fundación Mulabi Un proyecto de ley que tiene como principal objetivo armonizar los conceptos de sexo, género y transexualidad en los documentos de identificación denominados Identidad de Género.
Es necesario hacer un llamado para caminar la agenda de derechos humanos que todos y todas luchemos y hagamos presión para que se apruebe esta iniciativa de ley y se respete de manera legal la dignidad de las personas trans.
Los poderes públicos de cualquier nivel y la sociedad en general deben tomar una actitud positiva y contribuir a generar las condiciones necesarias para reafirmar la cualidad subjetiva y autodeterminación personal de la comunidad trans. Juntos podemos crear un ambiente libre de injerencias erradicando la desigualdad, el odio y discriminación.
*Diputada
