Un hombre que venía apenas reincorporándose a la sociedad, luego de varios años en la cárcel, fue asesinado de un balazo, la madrugada de ayer domingo en Copán de Montecillos, Alajuela.
Maikol Robles Salas, de 37 años, estuvo la noche del sábado departiendo con amigos, cuando la discusión se salió de control. Luego de caminar hasta un lote baldío, las cosas se calentaron, para de un balazo en el pecho, fallecer al lado de un amigo.
“Araña” como es conocido este sujeto, amigo de Robles, lo tuvo entre sus brazos dándole las últimas palabras de alirento, pero la herida era grave y en esa posición falleció.
“Por guaro y por drogas”, señaló como la razón un vecino del lugar quien pidió el anonimato, “acá es poco lo que hacen, parece que este problema nunca se va a arreglar”, añadió el vecino.
En Copán de Montecillos, Salas era conocido, pero nadie quiso hablar de lo sucedido, ni del mismo occiso.
Alguien de pronto recordaba algo, otro negaba con la cabeza. Mirones con ceños fruncidos, mujeres sorprendidas, de pronto las aceras próximas donde el joven murió empezaron a llenarse de gente.
Motos pasaban, autos se acomodaban, alguien conversaba y recordaba un poco más y aparece de pronto una muchacha no mayor de 25 años, gira órdenes, se le escucha decir “fulanito dijo que nadie hablara”... “Ah yo no sabía”, dijo la persona que estaba recordando...
Antes de caer en el “bote”, el hoy occiso se dedicaba a la panadería, algunas personas que sabían de este arte dominado por Maikol, manifestaron que era bueno en lo que hacía, pero decidió tomar, en aquel momento, un camino diferente que lo llevó a purgar cárcel.
Salas tenía antecedentes por robo agravado y violaciones a la ley de sicotrópicos, recientemente había salido de prisión, luego de cumplir su pena, falleciendo de un balazo en el pecho, en su barrio Copán de Montecillo.
El OIJ llevó el cuerpo a Medicatura Forense, abriendo expediente e investigación en pos de quien jalara el gatillo.
