En Liberia un bar que era muy concurrido por los lugareños llamó la atención de las autoridades, por lo que después de una investigación y seguimiento se coordinó el ingreso para una revisión.
Al momento en que intervinieron los oficiales de la Fuerza Pública lograron descubrir que el establecimiento funcionaba como una gallera, encontraron dos aves vivas y seis muertas.
El dueño del negocio, de apellido Moya, fue detenido junto con otras personas vinculadas al negocio, pero la fiscalía determinó que fueran liberados minutos después.
También se revisaron los documentos de 15 personas y un sujeto quedó a la orden de Migración y Extranjería. El local fue clausurado.