Adopción de mayores de edad
Lic. Gerardo Morales
CONSULTA: Quisiera saber cómo es posible que una pareja costarricense que nunca ha salido del país “adopte” a un adulto de 30 años nicaragüense y lo reconozca como su propio hijo si con solo un examen de ADN se darían cuenta que no lo es. ¿No es esto lo mismo que hacen algunas personas al realizar matrimonios ficticios solo para adquirir la nacionalidad tica? Él tenía ya en documentos oficiales nicaragüenses el nombre de su legítima madre, pero sin padre, sin embargo ahora le aceptan otra madre.
RESPUESTA: El propósito básico de la adopción es conformar una familia, brindándole padres a quien no los tiene o hijos a quienes no los tienen o quieren agrandar su descendencia.
Pero la adopción dentro de nuestro Código de Familia no se limita a los menores de edad. El artículo 109, párrafo segundo, permite la adopción de personas mayores de edad, bajo ciertos requisitos: que hayan convivido con los adoptantes seis años antes de adquirir la mayoridad y mantenido vínculos afectivos o familiares con los adoptantes. Si las partes tuvieran vínculos familiares, la convivencia previa será de solo tres años.
Las consecuencias legales de la adopción aprobada por el juzgado correspondiente cambiarán la familia legal y el adoptado llevará los apellidos de sus adoptantes.
Este vínculo entre mayores de edad, como todo lo que se haga para bien, ha sido utilizado para otros fines, incluso para convertirse un prófugo de la justicia en ciudadano costarricense, con lo que se evita la extradición.
Los ciudadanos costarricenses no pueden ser expulsados ni extraditados del país. Pero que no quepa duda de que la adopción tiene un ámbito de aplicación, tanto para menores de edad como para personas mayores de edad, que ejecutan las facultades autorizadas por ley.
