¿Lo harán esta vez?
Editorial
Recientemente DIARIO EXTRA dio conocer en exclusiva una información del Ministerio de Hacienda, en la cual se asegura que “vuelve la promesa de la factura electrónica” y quisiéramos creer que esta vez sí están hablando en serio.
Así como han hablado en serio de nuevos impuestos, también es hora de tomar acciones que ayuden a combatir en serio la defraudación fiscal y a aumentar la recaudación con una acción diligente en el cobro de los ya existentes.
En el cumplimiento de este objetivo el uso de la factura electrónica se vuelve un elemento estratégico clave que no debería postergarse más.
El uso de este documento electrónico tiene como objetivo sustituir al papel y brindar a las empresas uno de los eslabones más importantes en la construcción de una cadena de etapas de cara a la automatización de sus procesos.
Esto quiere decir que grandes empresas, comercios, pymes y profesionales independientes, se verían obligados a emitir electrónicamente las facturas con lo cual el Estado tendría total visibilidad en el proceso de facturación de las empresas y profesionales. Para que este proceso sea realmente efectivo se requiere además que sea obligatorio, algo a lo que aún se le continúan dando largas.
Los beneficios de utilizar esta herramienta son muchos. Más allá del ahorro en papel (lo que significa más árboles en los bosques), tinta de impresoras y espacio de almacenamiento; la factura electrónica permite mejorar los procesos administrativos, contables, financieros, logísticos, etc., brindando mayor rapidez y transparencia, optimización de las distintas etapas del negocio y mejora la relación con los clientes y proveedores. Además, disminuye las probabilidades de falsificación de documentos, ya que para hacerla efectiva debe incluir la firma electrónica por medio de un certificado digital, cuyo servicio ya lo ofrece el Banco Central de Costa Rica.
Es importante que las empresas y profesionales inicien desde ya la preparación, deben hacer un análisis interno para definir cuáles procesos se pueden modificar o incluso eliminar, cuáles otros pueden generarse y de cómo beneficia esto la relación con los socios de negocio.
Además, es importante cotizar costos de proveedores de soluciones informáticas y tener un presupuesto de inversión para solventar cambios en el sistema de la empresa, previo a la contratación del servicio. Eso sí, deben buscar el apoyo de proveedores certificados para garantizar que estas cumplen con todo lo establecido por Tributación Directa del Ministerio de Hacienda y así brindarle tranquilidad a las empresas que deciden implementar la factura electrónica.
Aunque implique un cambio significativo, eso no nos debe asustar. Al contrario, debemos estar agradecidos, porque nos vamos a unir a la tendencia mundial de digitalización que ha beneficiado a tantas naciones. Esto trae consigo grandes beneficios económicos para la empresa, en transparencia, exactitud, ahorro en costos administrativos y operativos, mejor relación con los clientes, automatización de procesos, dominio de información, etc.
Se sigue diciendo que la implementación obligatoria se haría por etapas y por sectores, lo cual está muy bien, pero no se dice nada acerca de los profesionales liberales debe de ser de los primeros.
La Contraloría General de la República ha demostrado que este sector es uno de los que más defrauda al fisco, por lo que iniciar pronto con ellos debe de ser una prioridad para el Ministerio de Hacienda.
Celebramos que el país dé este paso de una vez por todas y no se quede atrás. Pero también hacemos un llamado a los responsables para que se hagan las cosas bien desde el principio y se evite un panorama de incertidumbre nacional.
